La sensación de vientre hinchado o distensión abdominal es una molestia relativamente común, sobre todo entre las mujeres, aunque no es exclusiva del género femenino. Más allá del problema estético o de incomodidad que puede suponer, la distensión abdominal suele ser un síntoma de otros problemas o enfermedades del intestino, aunque unos hábitos dietéticos saludables pueden bastar para resolver el problema.

Una de cada tres mujeres españolas padece hinchazón o distensión abdominal y entre el 40 y el 75 por ciento de ellas empeora durante la regla.

Estas son algunas de las causas:

Intolerancias alimentarias

En ocasiones, el origen del vientre hinchado son ciertas intolerancias alimentarias, como las de la lactosa o el gluten. En este caso, la solución pasaría por evitar los alimentos que nos ocasionan la intolerancia.

Digestión más lenta

En otras ocasiones, el vientre hinchado puede deberse a una dispepsia. Es decir, una digestión más lenta de los normal que ralentiza el vaciado gástrico. Si este es el motivo del vientre hinchado, es recomendable evitar comidas copiosas que dificulten la digestión.

Síndrome de intestino irritable

Otro desencadenante del vientre hinchado o distensión abdominal es la enfermedad de Crohn, o síndrome de intestino irritable. En este caso, deberemos seguir los consejos de un experto en nutrición para cuidar nuestra dieta y tratar así de evitar esta molestia.

Problemas musculares

Además, el vientre hinchado también puede responder a problemas musculares. Si los músculos no están en forma pueden dar pie a este tipo de problemas. Una actividad física moderada, adaptada a las capacidades de cada persona podría ser suficiente para encontrar la solución.

Dieta

La dieta que seguimos o la forma en la que comemos también pueden contribuir a que el vientre se hinche. Si comemos demasiado rápido se traga más aire, lo que hará que notemos una mayor sensación de vientre hinchado.

Además, las grasas, que dificultan la digestión, pueden afectar negativamente. Por eso, quienes padezcan habitualmente este problema deben controlar, por ejemplo, la ingesta de frituras, que son los alimentos que absorben más aceites.

Igualmente, el agua con gas o los refrescos son bebidas que habrá que consumir en su justa medida.