La excesiva exposición del ojo a la luz del sol puede lesionar los componentes del órgano de la visión: desde provocar cáncer en los párpados a hacer que progresen las cataratas o causar ceguera por daño en la retina, entre otras muchas patologías de las que advierte el oftalmólogo Luis Fernández-Vega.

En una entrevista con Efe, el presidente de la Sociedad Española de Oftalmología y director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, de Oviedo, se refiere a esas patologías que se pueden derivar de una excesiva exposición a la luz solar y, especialmente, a la de una alta energía, como la ultravioleta.

Desde la parte anterior del ojo hasta la parte posterior, la excesiva exposición a la radiación UV puede provocar daños en los párpados, conjuntiva, córnea, cristalino y retina.

"Puede ocasionar degeneraciones de piel de los párpados o de la conjuntiva que pueden estar en relación con tumores, lesiones amarillentas como las pingeculas o un crecimiento de tejido anómalo sobre la parte transparente del ojo", detalla el doctor, que pertenece a la cuarta generación de oftalmólogos de su familia.

También, dolorosas quemaduras en la cornea, aumentar la progresión de cataratas o lesionar zonas de la retina como la mácula, que "pueden llevar a una situación de ceguera irreversible", según asegura.

En general, estas lesiones -explica- están en relación con "un aumento del estrés oxidativo y formación de radicales libres, la inflamación de la superficie ocular y el efecto sobre el ADN de luz solar (sobre todo la UV) que provoca mutaciones, es decir, cáncer".

La Organización Mundial de la salud (OMS) mantiene que el 20 % de los casos diagnosticados de cataratas están relacionados con una prolongada exposición a radiaciones solares, pero ¿somos los españoles conscientes de este riesgo?.

Según Fernández Vega, existe una clara relación causa efecto entre ambas, y esto es más evidente en aquellos países próximos al Ecuador, que no tienen medios para protegerse de los ultravioleta.

Pero además, aunque los pacientes "llegan cada vez mejor informados a las consultas y están educados en la protección frente al sol", en España se ha perdido miedo a esta enfermedad porque suele resolverse quirúrgicamente sin complicaciones mayores.

¿Cuál es la zona del ojo que más sufre con una exposición prolongada del sol?. "Todas las estructuras oculares - responde- sufren el daño de las radiaciones de una forma similar, aunque en la retina esas lesiones pueden ser irreversibles y complejas de tratar".

El daño que produce el sol es "acumulativo e irreversible" y esta posibilidad se relaciona directamente con el grado de exposición y con la edad de la persona que lo toma, es decir que a mayor edad, y en la medida que nuestro organismo esta expuesto por más tiempo a la radiación ultravioleta, aumenta la posibilidad de sufrir lesiones.

Esto, en parte, según el experto, "está detrás del origen de las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad".

Todos los ojos reaccionan de la misma manera ante la agresión que supone la luz para la vista, pero existen factores genéticos y ambientales que hacen que la exposición ultravioleta no afecte a todos por igual.

También los pacientes intervenidos de cataratas o con ojos claros pueden tener mayor predisposición a sufrir lesiones dado que sus medios son más transparentes, o los niños porque sus tejidos oculares no se han desarrollado lo suficiente como para protegerse de manera efectiva de la radiación.

Los avances más significativos que se han dado para evitar los daños del sol han sido en la prevención porque -apunta- "somos más conscientes de lo nocivo que es la radiación solar y por tanto cada vez ponemos medidas más eficaces para combatirla".

La mejor medida de prevención es el uso de gafas de sol, tanto en verano como en invierno, pero que tengan una protección 100 % de la radiación ultravioleta, independientemente de su color o tonalidad.

La sobreexposición al sol es mala, pero si éste se toma con moderación puede resultar beneficioso. Es más, el profesor sostiene que "alguna parte de luz solar, como ciertas longitudes de onda de la luz roja son beneficiosas y antiinflamatorias".

La Fundación de Investigación del Instituto Oftalmológico que él dirige está trabajando para determinar qué parte de la luz del sol hace daño y que parte beneficia.