El empleo de las vacunas es uno de los aspectos médicos que más polémica ha suscitado en los últimos tiempos. La negativa de algunos padres a vacunar a sus hijos ha provocado que se extiendan algunos mitos sobre las vacunaciones. La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha tratado de aclarar las falsedades que existen acerca de este tema.

-Las vacunas tienen efectos secundarios que resultan perjudiciales a largo plazo. FALSO

La OMS asegura que las vacunas son "muy seguras" y que "es más probable padecer un trastorno grave por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna". Para ello, pone los casos de la poliomielitis, que puede provocar parálisis, y el sarampión, que puede causar encefalitis y ceguera.

Asimismo, la parotiditis y la rubéola pueden acarrear neumonías e infecciones, además de las enfermedades citadas, problemas que "se pueden prevenir mediante las vacunas".

La OMS indica que aunque un solo caso de trastorno grave o defunción por vacunas "ya es demasiado", los beneficios de las vacunas superan ese riesgo "con creces", dado que sin ellas "se producirían muchos trastornos y defunciones".

-Si a los niños se les administra más de una vacuna de forma simultánea, se incrementa el riesgo de efectos secundarios nocivos. FALSO

Los niños están expuestos a cientos de sustancias extrañas que activan el sistema inmunitario, recuerda la OMS, por lo que la administración simultánea de varias vacunas no tiene efectos secundarios. "Un niño está expuesto a muchísimos más antígenos como consecuencia de un resfriado común o una faringitis, que por las vacunas", insiste la Organización Mundial de la Salud, que señala que la toma al mismo tiempo de dos vacunas reduce las inyecciones y las molestias para el niño, además de suponer un ahorro de dinero.

-Las vacunas provocan autismo. FALSO

En 1998, un estudio que establecía un posible vínculo entre las vacunas del sarampión y la rubéola, por un lado, y el autismo, por otro, levantó la inquietud entre muchos padres. La OMS asegura que dicho estudio "contenía graves irregularidades" y fue retirado. Para la OMS, "no existen pruebas científicas de una relación entre esa vacuna y el autismo o trastornos autistas".

-Las vacunas previenen enfermedades que ya están prácticamente erradicadas en el mundo desarrollado. FALSO

La OMS admite que las enfermedades prevenibles con vacunas son "poco comunes en muchos países", pero recuerda que los agentes infecciosos que las causan "siguen circulando" en algunas partes de un mundo "sumamente interconectado". Razones por las que defiende un programa activo de vacunaciones: "Hay dos motivos fundamentales para vacunarse: protegernos a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean".

-La vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna antipoliomielítica, pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante. FALSO

Para la OMS, "no existe una relación causal" entre la administración de las vacunas y la muerte súbita del lactante, pese a que esas vacunas se hayan tomado en un período en el que el bebé puede sufrir el síndrome. Para la Organización Mundial de la Salud, las "defunciones por SIDS son casualmente coincidentes con la vacunación y hubieran ocurrido aunque no se hubiesen administrado las vacunas"

-Las vacunas no son necesarias porque la higiene y el saneamiento harán desaparecer enfermedades como el sarampión, la rubéola y la parotiditis. FALSO

Interrumpir los programas de vacunación haría que las enfermedades contra las que luchan volverían a aparecer. Muchas enfermedades infecciosas se pueden propagar con independencia de la higiene que se mantenga. "Si las personas no estuvieran vacunadas, algunas enfermedades que se han vuelto poco comunes, tales como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían rápidamente", dice la OMS.