La muerte por atragantamiento en España afecta a 1.400 personas al año y muchas podrían salvarse con técnicas sencillas como la maniobra de Heimlich, cuyo responsable, el médico estadounidense Henry Heimlich, ha muerto este sábado a los 96 años a causa de las complicaciones derivadas de un ataque cardíaco.

Los atragantamientos son muy frecuentes, principalmente, se producen cuando un alimento u objeto queda atrapado de forma accidental en las vías respiratorias, impidiendo el paso de aire a los pulmones y provocando la asfixia. Casi siempre se resuelven solos pero, a veces, un atragantamiento puede tener un desenlace fatal, ya que se puede desencadenar una parada cardiorespiratoria por falta de oxígeno.

¿Cuándo se hace la maniobra de Heimlich?

Si la persona accidentada puede emitir sonidos y toser fuerte, se trataría de una obstrucción leve, una circunstancia en la que expulsaría el objeto o alimento tosiendo con fuerza, tal y como han explicado. No obstante, si la persona no puede respirar, hablar, emitir sonidos, la voz es débil y la piel comienza a tomar un tono azulado, hay que llamar al 112 e iniciar la maniobra de Heimlich.

En primer lugar y si la persona está consciente, deberá toser fuerte para comprobar si expulsa el objeto. Si no sucede, se realizarán una serie de golpes en la espalda con el cuerpo del sujeto inclinado.

En caso de que la obstrucción sea grave, se pasará a realizar la maniobra de Heimlich que consiste en abrazar al sujeto con los dos brazos y presionar sobre el abdomen hacia el estómago, justo por encima del ombligo, con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera.

Si la persona pierde el conocimiento como consecuencia de la obstrucción se procederá a tumbarle y practicarle el boca a boca, seguido de compresiones torácicas.