Pistas de atletismo de Lada (Langreo), cinco de la tarde. Cuatro grados y el mercurio bajando. Efrén García Pesquera calienta en uno de los bancos de la zona verde. Tiene 82 años, lleva más de media vida corriendo, y el invierno no lo detiene. LA NUEVA ESPAÑA lo acompaña en un entrenamiento: "Si hacen lo que yo digo, los corredores no se pondrán malos en la vida", bromea. Y parece que su método funciona. Este runner, campeón de España de veteranos, no recuerda su última gripe. Efrén García Pesquera ayuda los martes a su hijo a entrenar a los niños del Club Estadio Gijón Langreo. Además, prepara desinteresadamente a un grupo de mujeres: "Al principio corrían un minuto, ahora corren seis kilómetros", destaca con orgullo.

Un buen runner, afirma Pesquera, empieza a desafiar al frío por los pies: "Todo el año es muy importante el calzado. Hay que llevar siempre zapatillas de correr y, en invierno, asegurarse de que el calzado no resbala, para evitar lesiones". Sabe mucho de correr con frío porque empezó a entrenar en Alemania. Cuando tenía 25 años fue a trabajar a Essen y quiso apuntarse a un club de atletismo. Pero le quedaba muy lejos de casa, así que se contentó con el fútbol: "Me daba igual, porque también corríamos en los entrenamientos". Entonces no había muchas opciones de ropa deportiva, "no como ahora, que vas a una tienda y tienen de todo".

Empieza a calentar. Viste un chándal, guantes y una camiseta térmica de manga larga. Ha elegido sus prendas más cómodas, aunque matiza que es mejor usar mallas "porque se ajustan al cuerpo y mantienen mejor el calor". El impermeable que llevaba encima, por si llovía, está apoyado en el respaldo del banco: "No hace falta abrigarse más de lo que estoy yo ahora; la chaqueta, fuera. Sólo hay que tener cuidado de no coger frío mientras haces los entrenamientos y te preparas", explica.

En cuanto llega a la pista y empieza a correr con el grupo de mujeres, ya se quita la chaqueta del chándal y los guantes. La carrera es breve y no se fatiga, tiene aliento de sobra para recordar los inviernos de juventud corriendo por Langreo: "Entonces te miraban raro, practicábamos atletismo cinco chavales. Decían que qué poco nos cansábamos en el trabajo para tener tantas ganas de correr", ríe.

Ese entusiasmo de entonces sigue intacto ahora. Tanto le gusta el atletismo, que no quiere dejar ni un consejo en el tintero: "Hay que hidratarse, hay gente que corre mucho tiempo y no bebe. Eso es una salvajada", señala. Lo ideal, añade, son "tragos pequeños" de agua cada veinte minutos. Y no esperar nunca a tener sed: "Si sientes sed es que ya estás deshidratado, y eso puede causar lesiones muy graves".

El entrenamiento de las mujeres está a punto de terminar. Efrén García les hace una seña desde fuera de la pista, como si se abrochara una chaqueta imaginaria. Y ahí está su último, pero no menos importante, consejo: "En cuanto terminas de correr, tienes que abrigarte. No puedes coger nada de frío porque eso sí que es malo".

Palabra de runner veterano.