Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar, pero no es fácil. Afrontar este reto tiene sus evidentes complicaciones (eres una persona adicta a una sustancia y tienes que librarte de ello). Por ello para hacerlo tienes que tener claras unas cuantas cosas. Te contamos algunas de las que hay que tener en cuenta antes de afrontarlo.

Debes convencerte de los beneficios

Te lo han repetido una y otra vez: dejar de fumar va a suponer un cambio tremendo en tu salud. Pero muchas veces no te lo crees o no te lo quieres creer. Para afrontar este reto es fundamental que de una vez por todas te lo creas. En este artículo te contamos los perjuicios que quizá no sabías que tiene el tabaco y que tienes que aprenderte de memoria si quieres dejarlo.

Tienes que convencer a tu entorno

Es fundamental que la gente que tienes a tu alrededor te ayude. No te escondas para evitar el fracaso. Si no lo logras al a primera no pasa nada. Todo el mundo falla alguna vez. Para dejar de fumar es muy importante que toda la gente que tienes a tu alrededor te ayude y sea comprensiva porque vas a pasar malos momentos.

Fija una fecha

Es tan importante el cuándo como el cómo. Fija una fecha para dejar de fumar. Si todos los días dices “mañana lo hago” al final nunca vas a afrontar el reto. ¿Cuál es la mejor época? Pues tenemos buenas noticias: está cerca. La mejor época son las vacaciones de verano. Así no tienes la excusa el estrés del trabajo ni de las reuniones familiares de Navidad o las fiestas de Nochevieja para que te chafen el plan.

Escribe tu propia lista de motivos

Es importante que escribas tu propia lista de motivos. El dinero, la salud… Te digan lo que te digan cada uno tiene su propio ranking de prioridades y es importante que tú le des importancia a las tuyas antes que a las que puedas encontrar por internet.

Tendrás que cambiar tus hábitos

A veces la dependencia del tabaco es más psicológica que física. Por eso tienes que tener claro que posiblemente tendrás que cambiar tus hábitos para poder dejar de fumar. Si antes salías de cañas y fumabas un cigarro con amigos quizá tengas que dejar de hacerlo durante una temporada. O tendrás que dejar ese café de media mañana en el trabajo y cambiarlo por un paseo de 15 minutos. Los cambios no tiene porque ser malos ni para siempre.

Ten claro que no lo vas a volver a probar

Muchas veces los fumadores caen, una vez que lo dejan, en lo que se denominada una zona de “falsa seguridad”. Creen que lo han superado y que por fumarse un cigarro no va a pasar nada. Efectivamente con ese primero no pasas nada pero luego llega un segundo y un tercero y cuando te quieres dar cuenta has vuelto a fumar. El cuerpo recuerda demasiado pronto la adicción. No caigas en la trampa.