Muchas veces cuando queremos perder peso nos centramos demasiado en la comida que metemos en el plato. Bien sea en el almuerzo o en la cena. Y la clave no es sólo lo que comes. También tienes que fijarte en lo que bebes o en los aperitivos que acompañan al almuerzo. Resumiendo: hay muchos “falsos amigos” que introduces en tu cuerpo casi sin darte cuenta y que te impiden adelgazar de una forma sana y natural. De nada sirve que cenes una ensalada si le metes condimentos grasientos y te bebes mientras una coca cola. Por eso en nuestro artículo de hoy queremos resumirte esas seis cosas que no te habías dado cuenta y que añaden calorías a tu dieta.

Las salas. A veces es muy aburrido cenar o comer sin ningún tipo de salsa. Pero tienes que tener mucho cuidado con las que metes en el plato. Está claro que por comer una salsa de tomate que hayas hecho tú en casa de forma artesanal no va a pasar nada, pero la cosa cambia si metes en el plato un buen puñado de calorías provenientes de salsas prefabricadas y ultraprocesadas.

Las calorías líquidas. Tan importante es lo que comes como lo que bebes. Por eso en este sentido tenemos que darte dos consejos: renuncia al alcohol (en este artículo te contamos las bebidas alcohólicas que más calorías tienen) y pásate a la gama zero de los refrescos. Eso sí: ten en cuenta que siempre es bueno comer o cenar con agua. En este artículo te contamos los beneficios de beber agua.

El tamaño de las raciones. Sí, aquí el tamaño sí que importa. De hecho hace días te lo contábamos en este artículo lo importante que es (también psicológicamente) que controles el tamaño de las raciones que comes. A veces no te das cuenta pero la misma cena en platos diferentes puede llenar más pero engordar menos.

Los aperitivos. Evitar picar entre horas. Y, sobre todo, si lo haces, intenta que sea algo sano. Uno de los mejores trucos para cuidarte, adelgazar y además ganar algo de salud es merendar fruta o tomarla a media mañana. Lleva una manzana o un plátano a la oficina y así lograrás de paso mejorar tu alimentación.

Comer todo con pan. No hay que demonizar ningún alimento. El pan por si sólo no te va a impedir adelgazar… siempre y cuando no te pases, claro.

Acabarte el plato de tu niño (o de tu pareja). Evidentemente una vez que has acabado de comer no puedes seguir ingiriendo. Eso, además de ser poco sano, te impide adelgazar.