El sexo en la edad adulta se ve habitualmente como un tabú y un estudio prueba que muchas personas no lo practican en España a partir de los 65 años. Las enfermedades, la viudedad o la falta de pareja son algunos de los motivos principales que están detrás de estas estadísticas.

En concreto, el 62,3% de los hombres y el 37,4% de las mujeres que superan esta franja de edad dejan de ser activas sexualmente. En muchos casos, esto se debe al desconocimiento de los beneficios que el sexo aporta en la edad adulta, y que muchas investigaciones han tratado de poner en manifiesto.

Entre algunos de estos beneficios de practicar sexo en la segunda mitad de la vida está, por ejemplo, la manera en que favorece a la salud cerebral. Aunque los investigadores de los estudios que han analizado este factor recuerdan que todavía se desconoce si es exacta la relación entre el sexo y las funciones cognitivas.

Lo que sí se ha demostrado es que practicar sexo ayuda a mantenerse joven. De hecho, es, junto al ejercicio físico y mental, uno de los principales factores para ello. Así lo ha dado a conocer el científico David Weeks, exjefe del área de psicología para adultos mayores en el Royal Edinburgh Hospital, quien asegura que las personas sexualmente activas pueden parecer siete años más jóvenes.

Por otro lado, en el caso de los hombres, tener sexo reduce las opciones de llegar a padecer cáncer de próstata. Un estudio reciente de la revista European Urology concluyó que cuantas más eyaculaciones tenga un hombre, menor es el riesgo de tener este tipo de cáncer. De hecho, la investigación situó la cantidad apropiada en 21 por mes, ya sean con alguien o a solas.

Finalmente, y aunque parezca lógico, practicar sexo hace que las parejas tengan matrimonios más felices y durareros. Y las personas también son más felices, como lo comprobó una encuesta de la Sociedad Gerontológica de Estados Unidos. Los datos mostraron que el 60% de las personas mayores de 65 años que habían mantenido relaciones sexuales una vez al mes eran "muy felices".