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Los peligros del azúcar añadido

Azúcar, un nutriente ante el que no convienen excesos

Niños y adolescentes españoles sobrepasan en gran medida el porcentaje de azúcares libres o añadidos recomendados por los organismos de la salud

Caries y obesidad son dos de los problemas vinculados al azúcar excesivo. Shutterstock

El pasado mes de enero el Ministerio de Sanidad y un total de 400 firmas españolas de alimentación, supermercados y restauración suscribieron un plan para reducir en un 10% el contenido de azúcar, grasas y sal en alrededor de 4.000 alimentos, entre los que figuran, entre otros, determinados productos de bollería, refrescos, galletas, platos preparados, productos lácteos y cereales infantiles. Es la última medida para luchar contra la presencia excesiva del azúcar en la alimentación cotidiana de los españoles. Los expertos hacen un llamamiento a no caer en el alarmismo, pero advierten también de los riesgos del consumo superior al recomendado.

Niños y adolescentes españoles ingieren en mayor medida que los adultos azúcares añadidos, lo que incrementa el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad

"El término azúcares se ha usado tradicionalmente para designar los monosacáridos y disacáridos, en el conjunto de los hidratos de carbono. Su principal función es aportar energía al organismo. A pesar de ello, desde el punto de vista nutricional, los azúcares no son nutrientes esenciales, ya que la glucosa puede ser sintetizada por el organismo", explica el doctor Gregorio Varela, catedrático de Nutrición y Bromatología por la Universidad CEU San Pablo y presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Varela, investigador principal del prestigioso estudio científico ANIBES, que evalúa la presencia de este elemento en la dieta de los españoles, distingue entre azúcares libres -a los que hace alusión en la cita anterior y que comprenden principalmente los añadidos a los alimentos por fabricantes, los cocineros y los propios consumidores a través de terrones- y los intrínsecos -"los azúcares no añadidos que están presentes de forma natural en frutas, verduras, lácteos..."-, sobre los cuales la OMS no ha demostrado que su consumo tenga efectos adversos.

¿Cómo saber cuáles son los porcentajes recomendados? La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la OMS coinciden en señalar que los azúcares libres no deben sobrepasar el 10% de la ingesta calórica total tanto para adultos como para niños, aunque existen matices sobre esta cuestión ya que, como indica Varela, "la cantidad final 'admisible' dependerá de las necesidades e ingesta energética del individuo". En este sentido, el presidente de la Federación Española de la Nutrición puntualiza que, de acuerdo al estudio ANIBES de enero de 2018, "el conjunto de azúcares -totales- entre los españoles de 9 a 75 años supone un 17% del total de la energía consumida, "correspondiendo un 7,3% a los libres y el resto a los intrínsecos".

Los refrescos de cola contienen un gran porcentaje de azúcares añadidos. Shutterstock

No obstante, atendiendo a los diversos grupos de población, los resultados son sensiblemente peores entre niños y adolescentes que entre población adulta. Mientras entre los primeros el consumo de azúcares añadidos crece, en los adultos es mayor el consumo de los denominados intrínsecos. Así, mientras el 41,8% de la población infantil (9-12) años no cumple la recomendación de la OMS respecto a los azúcares añadidos -porcentaje que se eleva hasta el 47,5%- entre adolescentes, el incumplimiento es muy inferior entre los adultos, donde es del 23,3% entre población de 18 a 64 años y del 10,2% para personas con edades entre 65 y 75 años.

El doctor Varela recuerda que "los datos evidencian que un consumo de azúcares libres superior al 10% de la ingesta calórica total produce tasas más elevadas de caries dental", además de un "peor control del peso corporal, y mayor riesgo de sobrepeso/obesidad, con los factores de riesgo y patologías asociadas bien conocidas". Asimismo, una ingesta excesiva puede asociarse, además, a "un modelo alimentario global menos saludable", con "mayor tendencia a la inactividad/sedentarismo". No obstante, indica, citando a la OMS, "son escasos todavía los estudios que permitan establecer asociaciones causa-efecto, por lo que resulta imprescindible poder investigar más".

Es necesario alcanzar el consumo de cinco raciones diarias de fruta y verdura. En España la media es de dos, recuerda el doctor Gregorio Varela, presidente de la Fundación Española de la Nutrición

A la hora de reducir el consumo excesivo de azúcares libres, Varela recuerda que la alimentación es un "proceso voluntario", aunque cree necesario mejorar la oferta alimentaria para "hacerla más saludable y que haya menos 'tentaciones'". "Por ello, se han procurado ya desde hace años políticas de reformulación de alimentos y bebidas, que lleven a reducciones significativas en el contenido de azúcares, o que haya oferta complementaria con productos que contengan edulcorantes bajos en o sin calorías. Hay mucha mayor concienciación a nivel individual o colectiva, y esto es lo más importante", señala el presidente de la Fundación Española de la Nutrición, que reclama también "educación desde la infancia" e insiste en la necesidad de alcanzar las "cinco raciones diarias de frutas y verduras. Lamentablemente, estamos muy alejados, ya que de acuerdo con los resultados de nuestro estudio ANIBES en España, estamos ligeramente por encima de dos raciones al día".

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