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Así labra el móvil el cerebro de los más pequeños

Investigadores de la Universidad de Oviedo crean un programa para facilitar que los escolares tomen las nuevas tecnologías como aliadas y evitar abusos

La maqueta desarrollada por los investigadores de la Universidad. CAROLINA DÍAZ

Haga la prueba. Trate de leer todo este reportaje del tirón, sin tener que consultar el último wasap que ha recibido, comprobar las notificaciones de sus redes sociales o del correo electrónico. Dependiendo de su edad y su enganche al móvil, puede resultar una tarea hartamente compleja. Las nuevas tecnologías se han convertido en un elemento distractor de primera magnitud, pero todo depende de la mezcla que se haga. Usadas de forma racional pueden ser un potente potenciador de algunas capacidades cognitivas. Eso al menos sostiene e investiga un grupo de profesoras de la Facultad de Magisterio que han puesto en marcha el proyecto "Tecna" (tecnología y aprendizaje), de la que forman parte seis docentes de la Universidad de Oviedo. El grupo lo lidera la catedrática de Tecnología Educativa Esther del Moral. "El objetivo que nos planteamos es cómo utilizar las nuevas tecnologías para favorecer el aprendizaje", explica. Un reto mayúsculo porque su objetivo es el de conseguir que los llamados "nativos digitales", aquellos niños que ya no vienen con un pan bajo el brazo, sino con un "smartphone" lo usen de forma racional para evitar que una parte de su cerebro se quede atrofiada. Serán la generación que marque cómo el móvil cambia nuestra configuración cognitiva. Todo un banco de pruebas. Hoy mismo, de hecho, se conmemora a nivel mundial el Día de Internet.

Pero el caso es que los primeros efectos sobre los mayores ya empiezan a aparecer. En el ámbito de la psicología ya comienza a aflorar estudios que alertan de que un mal uso del móvil puede generar alteraciones como ansiedad, bajo rendimiento académico o evidentes problemas para concentrarse. En el día a día, la doctora en Psicología por la Universidad de Oviedo Clara Zancada asegura que el "uso de teléfonos cada vez más inteligentes se correlaciona con un pensamiento más intuitivo y menos analítico". Sin embargo, la investigación está aún verde. Habrá que esperar algunos años más para comprobar cómo las nuevas tecnologías y, en especial, la adicción a ellas están afectando a la configuración cerebral. Aun así, algunos efectos comienzan a hacerse visibles. Jacobo Blanco, decano del Colegio de Sociólogos de Asturias, asegura que los jóvenes que abusan de las nuevas tecnologías "tienden a simplificar los mensajes. En su estructura mental les falta la lógica, no hay un discurso largo, de esos que requieren matices. El análisis está desapareciendo. Tienen un marco mental diferente, ni mejor ni peor". Son distintos.

En evitar que todo eso ocurra trabaja el grupo de Esther del Moral, que incluso han tenido una colaboración con el psicólogo de la Universidad de Harvard Howard Gardner, premio "Príncipe de Asturias" de Ciencias Sociales en 2011 y que investiga las inteligencias múltiples. "Intentamos desarrollar actividades en donde las tecnologías y, en este caso más concreto, los recursos digitales y la realidad aumentada favorezcan el aprendizaje", señala Del Moral. En una sala de la primera planta de la Facultad de Magisterio la catedrática y Rosario Neira, doctora en Filología Hispánica, tienen desplegado sobre la mesa una maqueta a la que no le falta detalle. Tiene árboles en miniatura, un granero, un espantapájaros, una especie de huerta... Tienen truco. Debajo de cada figurita hay un código "QR" que los estudiantes pueden escanear con su móvil y acceder a información adicional. Neira hace la prueba, pasa una tablet con uno de los muñecos y en la pantalla el protagonista comienza a explicar cómo se plantan las fresas en una huerta. La explicación es bastante exhaustiva.

El proyecto está dirigido a los estudiantes más jóvenes, aquellos en los que los almacenes de memoria están en pleno desarrollo. Es el momento crucial, sostienen las docentes, para actuar y hacerles ver a los más pequeños que el uso racional del móvil con el que van a tener que crecer puede tener su lado positivo. Eso sí, sin olvidarse de alertarles sobre los peligros. "No dejamos al margen todo el tema de las adicciones, porque el abuso de las nuevas tecnologías puede generar situaciones que no favorezcan el aprendizaje", señala Del Moral.

Mediante esta mezcla entre realidad física y digital intentan despertar entre los niños su gusto por la música, que florezca su inteligencia ambientalista, el respeto por el medio ambiente, o el amor por la literatura. "Hemos elegido un libro muy popular en Reino Unido y a partir de su argumento hemos recreado en una maqueta el espacio de ficción en el que se desarrolla la historia", asegura Neira. Y a aprender jugando. Su programa ha sido ya puesto de ejemplo y presentado en varias ferias internacionales dedicadas a la realidad aumentada o la educación. La última vez hace unas semanas en Portugal.

Desde un punto de vista psicológico, ¿qué aspectos positivos tienen las nuevas tecnologías? La respuesta la da Clara Zancada: "Nos permiten aumentar nuestras capacidades del día a día". Eso sí, siempre que sean utilizadas con prudencia. "Sin ir más lejos, una de las estrategias utilizadas en personas que tienen problemas neurogenerativos como el alzhéimer es aprender a utilizar bien sistemas de recuerdo en el móvil o agendas de toda la vida", explica, "a veces cuando las dificultades de memoria son muy iniciales estas ayudas informatizadas sirven más que para recordar un evento para reducir el nivel de ansiedad por no poder recordarlo". Y otro ejemplo más: "En nuestro día a día, si no sabemos cómo se va a un lugar el uso del GPS facilita en gran medida nuestra capacidad de orientación en ese preciso momento". Hay un pero. "El problema es que reduce nuestro proceso de interpretación de gestión de la información del medio", argumenta.

Los videojuegos, por ejemplo, están ayudando también a potenciar el ámbito visuoperceptivo y el visuoespacial favoreciendo capacidades como el cambio de perspectivas que, sostiene Zancada, luego "son imprescindibles en tareas diarias".

El caso es que para los jóvenes el uso del móvil, y más en concreto las redes sociales, es en muchas ocasiones lo que estructura sus vidas. Es casi como su nueva piel. "No entienden la vida si estos dispositivos, primero están pendientes de las redes sociales y luego ya hacen el resto de tareas", señala Jacobo Blanco. El sociólogo asegura que lo que reina entre los jóvenes es Instagram. "Su comunicación es icónica, a través de imágenes, lo mismo hacen con el Whatsapp, porque de cada diez mensajes que se envían nueve son completamente irrelevantes, son chistes o memes", asegura. Y añade: "Se comunican a través de textos muy breves, tienen una tendencia a la simplificación de los mensajes que les impide entender una sociedad que es cada vez más compleja".

Para muchos el móvil se está convirtiendo en una especie de memoria interna y comienzan a surgir como setas estudios que alertan de cómo su abuso se está llegando a atrofiar algunas capacidades cognitivas. La mayoría ponen el acento en cuestiones globales como que el uso del GPS provoca que la capacidad de orientación se resienta, o que la capacidad de memoria también. Pero otros dirigen el foco hacia cuestiones mucho más concretas. Como que los usuarios frecuentes de Facebook muestran un rendimiento de memoria más pobre o que tomar una fotografía con el teléfono puede dejar tocada la capacidad para recordar detalles específicos. ¿Y usted ha conseguido llegar hasta aquí sin echar mano del móvil? Pues imagine los efectos en un cerebro que está en plena formación y con todas sus capacidades por desarrollar, el de un niño.

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