A veces para perder peso no necesitas introducir demasiados cambios en tu dieta. Basta con que poco a poco mejores tu día a día con pequeños nuevos hábitos que hagan que caigas en lo que se denomina un déficit calórico. Esto es: que comas menos calorías de las que gastas. Sólo así lograrás ir poco a poco perdiendo peso. Tus hábitos deben mejorar, eso sí, para tener una vida en general más sana y saludable. No sólo para olvidarte de los michelines y cumplir con la “operación bikini” que, de hecho, a muchos sólo importa los meses antes del verano. Hoy te traemos uno de esos pequeños hábitos que debes introducir en tu día a día. Y no es otro que comer cada vez más frutos secos.

Uno de los expertos en nutrición más seguidores en redes sociales, el catalán Miquel Girones, recomendaba estos días el consumo de 30 gramos de frutos secos cada día para perder peso. “Cuando se han hecho estudios con dos grupos, uno con dieta X y otro con dieta X más frutos secos han perdido más peso los del segundo”, explica el nutricionista asegurando que 30 gramos al día (20 almendras, otras tantas avellanas, 15 anacardos o 18 mitades de nueces), contribuyen a la pérdida de grasa ganando en salud.

Pero ojo. No todos valen. “Las mejores opciones son los frutos secos naturales o tostados (sin sal, ni azúcar ni miel que también es azúcar”, afirma este experto que da en su cuneta consejos para mejorar tu día a día y llevar una vida más saludable. En este sentido Girones apunta otro dato también importante: la clave está en la adherencia, es decir, en “hacerlo cada día”. Y respetando siempre la cantidad que se te marca. “En cantidades de más de 30 gramos tampoco se ha visto incremento de peso significativo o sea que tampoco es el fin del mundo si comes un poco de más”, explica Girones.

Pero ¿por qué se pueden comer tantos frutos secos si son tan “calóricos”? “No sabemos exactamente pero la evidencia científica es clara, múltiples estudios de alta calidad lo demuestran. Se piensa que quizá es porque no absorbemos las calorías al 100 por cien. Otra teoría es porque nos sacian y evitan que comamos otros más calóricos al final del día o porque aumentan el metabolismo”, explica el experto haciendo hincapié en que con su propia experiencia personal ha conseguido perder peso.