Dicen que los italianos son los europeos más presumidos. Los que más importancia le dan al aspecto físico y a la moda. Quizá por eso (por su facilidad para fijarse en el físico) ellos han sido los europeos que han inventado uno de los métodos más sencillos y seguidos en todo el mundo para perder peso. Se trata de lo que ellos llaman la "passeggiata", o el paseo en una traducción libre al castellano.

La técnica es sencilla: da igual lo que comas. No importa que te atiborres (siempre y cuando no te pases, por ejemplo, con el alcohol, que ya sabes que tiene las calorías vacías más difíciles de quemar). Lo importante siempre es lo que hagas después de comer. Nunca antes ni durante los almuerzos.

Y eso que tienes que hacer después de comer es caminar. Efectivamente, has leído bien. No tiene mucho más truco ni misterio alguno. Si quieres perder peso y llegar a tiempo a la operación bikini para lucir tipazo este verano en la playa o tu objetivo es sentirte bien y estar más delgado tienes que renunciar a la costumbre española de la siesta y sustituirla por el paseo italiano.

Después de comer el cuerpo se activa. El metabolismo también. Y es por eso que se queman más calorías. Comprobarlo es fácil. Basta con hacerte con una de las pulseras relojes que controlan el ejercicio. Si te pones a caminar después de comer con uno de estos aparatos comprobarás que las pulsaciones del corazón van a una mayor velocidad y entras en lo que se denomina la zona de "quema de grasas".

Basta con que camines unos 15 minutos al día después de cada comida. Suponiendo que después de desayunar te vas a trabajar y que en el trabajo te mueves (si no lo haces deberías) unos 250 pasos cada hora ya sólo te queda moverte después de comer y de cenar y eso es sencillo.

A la dolorosa renuncia a la siesta deberás sumar 15 minutos de paseo después de cada cena. Pasear si estás cenando fuera de casa es más fácil. Al fin y al cabo sólo tienes que volver a tu domicilio. En lo que respecta a dar un pequeño paseo cuando has cenado en casa lo tienes también fácil si quieres buscar una excusa: si tienes mascota tendrás que sacarla a pasear y sino utiliza la basura como excusa. Ir al contenedor después de cenar es cívico (recuerda que esa es la hora en la que hay que depositar los residuos en la mayor parte de las ciudades) y además te obligará a moverte.

Si además quieres aumentar la efectividad de este pequeño truco sólo tienes que subir por las escaleras cuando llegues a casa.