Uno de los retos que nos fijamos en septiembre, tras el final del verano y la vuelta a la rutina, es ponernos en forma y quitarnos esos indeseables kilos de más cogidos en las vacaciones. El abdomen es una de las zonas que más sufren los excesos de la temporada estival. Si quieres lograr un vientre plano y tonificado, pon en práctica los ejercicios que te mostramos a continuación.

Plancha abdominal

Uno de los ejercicios más eficaces para endurecer el abdomen son las planchas abdominales. Es un ejercicio muy sencillo de hacer en casa y con el que activarás toda tu musculatura.

Para realizar la plancha abdominal perfecta, túmbate boca abajo y apóyate sobre los antebrazos, formando una línea recta con el cuerpo. Los codos deben estar en línea recta con los hombros. Mira al suelo para mantener alineada la zona cervical y mantén esta posición durante 15 segundos. Muy importante: durante el ejercicio inhala y exhala profundamente.

Plancha superman

Colocados en posición de plancha, levantamos de forma simultánea un brazo y su pierna contraria. El cuerpo debe quedar equilibrado sobre dos puntos de apoyo, manteniendo tensionado el abdomen.

Abdominales cruzados

Nos colocamos boca arriba con las palmas en la nuca y abrimos bien los codos. El ejercicio consiste en doblar la pierna derecha llevando la rodilla hasta el vientre. Despega la espalda del suelo y con el codo izquierdo toca con la rodilla derecha. Después cambia de pierna y codo. Alterna de un lado y del otro. Haz series de ocho. Cuando domines el ejercicio puedes hacer más repeticiones.

Puente o plancha invertida

Nos sentamos en el suelo y extendemos las piernas hacia adelante. A continuación apoyamos las palmas de las manos en el suelo con los dedos en dirección al cuerpo. Mediante la contracción del abdomen despegamos la cadera y las piernas del suelo, formando una línea recta desde la cabeza hasta los pies. Mantenemos la posición durante unos segundos siempre con la vista hacia al frente y la zona media contraída.

El gato

Nos colocamos a cuatro patas colocando los brazos paralelos entre sí, al igual que las piernas. Con la espalda recta, mantén las rodillas y manos firmes y ancladas al suelo. Ahora arquea tu espalda, como un gato que eriza su columna cuando ve un peligro. Procura mantener los abdominales en tensión. Aguanta unos segundos y vuelve a la posición inicial. Realiza tandas de diez.

Recuerda que todos estos ejercicios solo harán su función si somos constantes y si seguimos una dieta adecuada.