Perder peso y cambiar tus hábitos de alimentación puede ser sencillo o muy difícil. Todo depende de cómo te plantees el reto. Si lo que quieres es afrontar un cambio de vida a largo plazo tienes que basar tu estrategia en dos pilares: hacer más ejercicio (obvio) y mejorar tu alimentación. Eso no sólo hará que subirse a la báscula sea más cómodo: también mejorará tu aspecto exterior y te permitirá tener mejor calidad de vida. El nutricionista Miquel Girones ha elaborado una lista de 12 trucos fáciles que puedes llevar a cabo para perder grasa y que repasamos a continuación.

Cambia el plato en el que comes

Sí, comer a veces es algo psicológico. Si cambias el plato en el que comes (de uno grande a uno más pequeño) y lo haces tres veces al día te ahorrarás la ingesta de miles de calorías. Por norma social tendemos a acabarnos lo que hay en el plato. Y eso no está mal, es hasta de buena educación. Pero nadie ha dicho de que tamaño tiene que ser el plato.

Bebe un vaso de agua antes de empezar a comer

Ya te hemos dicho varias veces que beber agua es más que importante en muchos aspectos. Tiene 0 calorías (como estas otras bebidas) y beber un vaso antes de cada comida te ayudará, tal y como relata Girones en sus redes sociales, a "controlar un apetito desmedido". En meses de verano como el que estamos viviendo, además, es fundamental que te hidrates, aunque no tengas sed en ese momento. Los expertos recomiendan beber hasta dos litros de agua cada día. Aquí te contamos más ventajas de beber agua de forma habitual.

Sírvete el plato en la cocina

Si no hay ninguna olla o sartén en el sitio en el que comes es menos sencillo que repitas. "Sírvete un poco en la cocina y como con la tranquilidad de poder guardar luego las sobras en un tupper", aconseja el nutricionista.

Disfruta de algún capricho

Pero no te pases. Un truco fácil para controlarse, según Girones, es "separar la cantidad de ese capricho (como por ejemplo unas galletas) que entre dentro de tus objetivos y luego cerrar la bolsa y guardarla". Seguro que además si logras no pasarte te sientes mejor contigo mismo. O al menos más orgulloso de tus progresos.

Vístete en casa con ropa de deporte

Sí, si ya vas vestido con ropa de deporte te va a ser más cómodo cuando salgas a la calle a hacer algún tipo de deporte. Mentalmente ya es un paso ganado para salir a andar, a correr, a andar con la bicicleta o para ir al gimnasio. Recuerda que muchas veces el reto está sobre todo en tu cabeza.

El sexo también es importante

Tener una vida sexual activa también es importante a la hora de adelgazar. No en vano practicar sexo tambien es un ejercicio.

Utiliza calzado más cómodo

Cuanto más cómodo te resulte salir a hacer ejercicio más veces vas a querer hacerlo. Es algo lógico. Nadie se enfrenta (al menos con gusto) a una actividad que le resulta desagradable. Por eso tienes que poner todo de tu parte para intentar que el entrenamiento sea algo placentero antes incluso de empezar.

Si tienes ganas de comer bebe

Si tienes ganas de picar algo entre horas bebe un vaso de agua. "El organismo no es tonto y no se le engaña, si es hambre de verdad y no es algo psicológico después de beber ese vaso de agua seguirás teniendo hambre y entonces sí debes ponerle solución", explica el nutricionista.

Permanece de pie

Trabajando, contestando a mensajes o esperando al autobús puedes estar de pie en la parada o en la oficina. El nutricionista asegura que estando de pie puedes perder hasta dos kilos y medio extra cada año. Una cantidad nada desdeñable.

Elige bien la técnica culinaria

La patata frita no es lo mismo que al horno. "A veces no se trata tanto del alimento como e cómo lo preparamos. Si quieres perder grasa elige más a menudo alimentos a la plancha, hervidos, al horno", explica Girones.

Motivate pensando que lo estás haciendo bien

Recuerda a diario, con una nota en la nevera o una alarma en el móvil, que lo estás haciendo bien, que tú puedes conseguirlo, que éste es tu reto más importante y que lo vas a lograr.

Introduce una siesta en tus habitos y descansa más

Duerme y descansa. Si además de dormir ocho horas por la noche puedes plantearte dormir una siesta, adelante. Es necesario que el cuerpo descanse las horas necesarias para volver a funcionar con la exigencia que se necesita para perder peso.