Llega la hora de ajustar la dieta, de cambiar la rutina, de comer menos y moverse más. Más ejercicio, gastamos más calorías. Más control en las comidas, ingerimos menos calorías. A ello hay que añadirle el factor psicológico, que puede ser un gran aliado o el más cruel enemigo si uno se enfrenta a una dieta para perder peso y grasa. Si uno se hace fuerte mentalmente, tiene mucho ganado. Pero si uno cae en la obsesión y termina concibiendo su dieta como una tortura constante, el fracaso está llamando a la puerta. Adelgazar o llevar una vida saludable no tiene que equivaler a sufrimiento constante. Hay alimentos que permiten recetas sabrosas y que al mismo tiempo apenas engordan y son muy nutritivos. También hay rutinas que uno puede ir incluyendo poco a poco en su día a día. Y, además, hay un factor clave, muy a tener en cuenta para no caer en la ansiedad cuando llega la hora de comer en una dieta para perder peso y grasa. Este factor fundamental tiene un nombre: las proteínas.

La vigilancia de las proteínas que se ingieren es fundamental en una dieta estricta. En primer y más importante lugar, por cuestión de salud. La proteína es un elemento básico para el ser humano. De hecho, en las dietas veganas y vegetarianas se debe vigilar mucho este asunto, al perder la ingesta habitual de proteína a través de carnes, pescados o productos de origen animal. Así, la cantidad de proteínas de las que nos nutrimos es un factor a tener muy en cuanta cuando uno se enfrenta a un cambio de dieta, especialmente si es para adelgazar o perder grasa.

Pero la proteína resulta, además, un gran aliado en el objetivo de ir perdiendo kilos y ganando en salud. Así lo explican los expertos en nutrición, como Miquel Girones, que acumula miles de seguidores en su cuenta de instagram, donde simplifica al máximo los consejos para ayudar a cumplir con sus objetivos a los que se plantean perder peso.

Una aliada para perder grasa

La proteína resulta una " aliada para perder grasa". Girones da, de forma sencilla, los argumentos que lo explican. "Si llegas con ansiedad por comer a la siguiente comida, uno de los motivos puede ser que no estés ingiriendo suficiente proteína", razona. "¿Por qué? Porque la proteína tiene un alto efecto saciante", agrega. Sin olvidarse de la importante labor de las proteínas en nuestro cuerpo. " Además de ayudarnos en el mantenimiento de la masa muscular (especialmente a partir de los 40 debemos hacer hincapié en ello)", añade el experto.

El huevo: una buena opción en la dieta

Su recomendación es que "haya un buen aporte proteico en cada comida". Y propone: " Los huevos para mí son el comodín perfecto. Sirven para desayuno, comida, merienda, cena... Los puedes hacer de mil formas y tanto dulces (con plátano asado y canela) como salados". De hecho, Girones defiende que el consumo de huevo debe ser frecuente, y niega que tenga efectos adversos en el colesterol.

"¿Estás comiendo menos de 10 huevos a la semana? Ya sabes qué hacer (...) Que yo estoy comiendo 21 huevos cada semana (y mis últimas analíticas salieron con el colesterol por debajo de 130...)", asegura, recordando que lo del huevo y el colesterol "es un mito".

Varas vías para obtener proteínas en una dieta para adelgazar

En su "post", el experto en nutrición recuerda que se pueden obtener proteínas de diferente origen en una dieta para adelgazar: de origen animal (pollo, ternera, salmón, yogurt, huevo...), proteínas veganas (quinoa, seitán, tempeh, tofu, legumbres..) y suplementos proteicos (proteína vegetal, soja, caseína, suero hidrolizado, suero concentrado, suero isolado).