Ahora que parece que lo peor de la cuarentena ha pasado y que apenas quedan unos días para dejar atrás el confinamiento (si es que no se prolonga), muchos se empiezan a preocupar por la dieta. Pues bien, tenemos una buena y una mala noticia. La buena es que se puede perder peso de forma fácil y sin demasiado esfuerzo. La mala es que no existen recetas mágicas. Ni mucho menos. Los expertos en nutrición aseguran que la única receta infalible a la hora de perder peso es la de intentar caer en lo que se conoce como un déficit calórico. Es decir, se trata de ingerir menos calorías de las que gastas.

En este sentido hay un truco infalible. Se trata de intentar comer mejor basando tu alimentación en la comida real, aquella que no está adulterada. El movimiento “real food” ha puesto de manifiesto, de hecho, la importancia cada vez mayor de que controles lo que comes. Y es que adelgazar no es sólo una cuestión de estética. También tiene que ver con la salud. En este sentido evitando la obesidad se están evitando muchas enfermedades que tienen que ver con ella y que pueden poner en serio peligro nuestra salud. Unas enfermedades que, tal y como reconocen los expertos, en los próximos años van a ir a más si no se frena la tendencia.

Los expertos en nutrición también aseguran que lo importante no es, en ningún caso, fijarse sólo en una comida. En este sentido de nada vale que cuides mucho tu desayuno si luego por la noche te das un atracón a fritos. Al final lo que importa no es ni lo uno ni lo otro sino más bien la gestión total que hagas de la comida a lo largo de toda la jornada. Es decir: las calorías totales que ingieras.

Pero el desayuno sí que tiene quizá un aspecto importante: si lo tomas equilibrado y sano (sin demasiados azúcares), vas a conseguir energía para toda la mañana y evitarás picar entre horas, lo cuál es muy peligroso también para el control del peso. Por eso hay dos elementos que tienes que meter en tu dieta para conseguir un desayuno sano y equilibrado: la fruta y los lácteos.

Los expertos en nutrición como Miquel Gironés aseguran que es un mito lo de que la fruta engorda por lo que puedes prepararla cortada la noche anterior para desayunarla. Si lo combinas con lácteos entonces ya tendrás un desayuno muy completo que te dará energía para todo el día.