Contar calorías es básico para perder peso. El problema es que hay que saber cómo, pues no todo el mundo debe ingerir las mismas. De hecho, es muy importante también tener en cuenta el ejercicio físico que se realiza diariamente para calcularlo. Una estudio de una universidad estadounidense publicado por la revista Men’s Health revela unos sencillos trucos que pueden ayudar a aquellos que desean perder peso de manera rápida y controlada.

La clave de las caloráis es la siguiente. En función del trabajo que se realice diariamente. Para ello hay que seguir la siguiente pauta. Si no se realiza ningún ejercicio semanal, se debe multiplicar por diez el peso de la persona y sumarle mil, por ejemplo: una persona que pesa 85 kilos debe ingerir unas 1.850 calorías para adelgazar. Si realiza una o dos sesiones de entrnamiento semanales, debe multiplicar por 12 y sumarle mil; si realiza entre dos y cuatro sesiones, por 14 más mil; y si son más de cinco las ocasiones en las que practica ejercicio se multiplica por 16 y se suman mil.

El estudio que revela Men’s Health explica que el déficit calórico para bajar de peso no debe exceder nunca las 500 calorías, pues podría ser perjudicial para la salud.

Otra de las claves que revela el estudio es que, aproximadamente, en la digestión se quema un 10 por ciento de las calorías ingeridas.

En cuanto al ejercicio, el mismo estudio de la revista estadounidense revela que una persona quema en torno a un 20 por ciento del total de las calorías ingeridas a lo largo del día gracias al ejercicio. No es necesario que esa ejercicio de alta intensidad. Por ejemplo, una persona que pesa 85 kilos quema unas 180 calorías solo con caminar durante media hora.

Otro de los aspectos a tener en cuenta según el estudio es que a la hora de contar calorías no se debe dejar al margen a los líquidos. Esto no es un problema cuando lo único que se ingiera es agua, pero no lo es tanto si hablamos de otras bebidas, como la cerveza. Por ejemplo, una caña tiene unas 150 calorías. Si nos tomamos dos y estamos haciendo una dieta en la que reducimos unas 300 calorías la ingesta diaria, habremos tirado por la borda el sacrificio hecho en la comida.

También hay que tener en cuenta que es muy aconsejable llevar una dieta variada y equilibrada y ponerse en manos de un profesional.