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Fundador y director del Curso MIR de Asturias

Jaime Baladrón: “Es un orgullo haber formado a 42.000 médicos y que el 80% haya podido acceder a una especialidad”

El Ayuntamiento de Oviedo ha decidido dedicarle una calle como reconocimiento a los beneficios económicos y de otra naturaleza que el Curso MIR genera a la capital del Principado

Jaime Baladrón Romero Miki López

Jaime Baladrón Romero (Bilbao, 1963) es el fundador y director del Curso MIR de Asturias, que inició su andadura en 1988. Especialista en cirugía maxilofacial, dirige una de las academias de mayor prestigio del país en la preparación del examen MIR. Cada año, unos 2.500 médicos se forman en sus aulas presenciales y virtuales. Recientemente, el Ayuntamiento de Oviedo ha decidido dedicarle una calle como reconocimiento a los beneficios económicos y de otra naturaleza que el Curso MIR genera a la capital del Principado, a donde atrae a cerca de 1.500 licenciados en Medicina durante siete meses al año. Siempre discreto y muy celoso de su vida privada (está casado y es padre de tres hijos), el doctor Baladrón proclama en esta entrevista que todo el mérito de la Academia que dirige es de los alumnos y analiza los desafíos que ha de afrontar, empezando por la pandemia de covid-19, que este año ha impedido desarrollar las sesiones presenciales.

¿Cómo ha recibido la noticia de que le dedican una calle en Oviedo?

Con sorpresa e infinito agradecimiento. Soy consciente de que hay muchas personas que merecen este honor mucho más que yo.

Usted no es ovetense. ¿Qué destaca de la ciudad?

Nací en Bilbao, pero mi familia se trasladó a Asturias cuando yo tenía once años. Me siento asturiano de adopción después de haber estudiado aquí en el colegio y la Universidad. Nuestro Curso lleva el nombre de Asturias con orgullo. Es una tierra de gente maravillosa. Los alumnos atesoran con cariño la experiencia de haber vivido en Oviedo durante más de medio año inmersos en un ambiente de trabajo excepcional que busca, en todo momento, ayudarles a alcanzar su máximo potencial.

El Curso MIR está descentralizado desde hace años.

En la actualidad, la academia cuenta con otras siete sedes, además de la central de Oviedo: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Santiago, Bilbao y Pamplona. Estas sedes están pensadas para que los alumnos que empiecen su preparación desde sexto de Medicina puedan acudir, dos días a la semana, a recibir clases presenciales retransmitidas en directo desde las aulas de Oviedo o Madrid al resto de ciudades. En cinco de las sedes la preparación se extiende durante el curso intensivo, aunque muchos alumnos deciden venir a Oviedo durante los siete últimos meses de preparación.

Este año es distinto...

Sí, por la pandemia. El personal del curso está teletrabajando y retransmitimos diariamente las clases al domicilio de los alumnos. El curso de este año será dos meses más largo de lo habitual, ya que el examen se ha convocado para el 27 de marzo de 2021.

Hagamos un poco de historia. ¿Cómo surgió la idea de crear la Academia MIR?

Comenzamos el Curso, en marzo de 1988, Belén Aldecoa y yo. Los dos habíamos estudiado en la Universidad de Oviedo y preparado el MIR 87 juntos. Belén es muy inteligente y disciplinada, y siempre me ayudó mucho durante la carrera de Medicina. Siempre le estaré agradecido. A los dos nos encantaba la Medicina y nos daba pena centrarnos en nuestras respectivas especialidades, y olvidar el resto. Decidimos intentar ayudar a los compañeros del año siguiente a preparar el MIR, empleando el sistema que habíamos utilizado previamente nosotros. Desde entonces, el curso no ha dejado de cambiar, mejorar y evolucionar. Han participado o participan en la dirección del Curso, además de Belén Aldecoa (cofundadora, ginecóloga), Tomás Villacampa (oftalmólogo, subdirector del Curso), Domingo Vega (estomatólogo), Paula Jiménez Fonseca (oncóloga) y Alberto García Guerrero (cardiólogo). Tengo la fortuna de poder trabajar con personas mejores que yo, de las que aprendo todos los días.

¿Soñaba en aquel momento que llegaría a tener la envergadura que ha llegado a alcanzar?

Por supuesto que no. El objetivo era intentar ayudar a los compañeros a preparar el examen. Cada año nos esforzamos por intentar hacerlo mejor que el anterior, con “un pie en el suelo y otro en el cielo”. Nunca pensamos en que continuaríamos esta aventura más de 30 años después.

¿A cuántos médicos han formado y con qué tasa de éxitos?

Desde el comienzo del Curso, 42.289 alumnos se han presentado al MIR, y de ellos, 33.635 han podido escoger una plaza MIR (el 79,6 por ciento de los alumnos presentados). Nos llena de orgullo que casi el 80 por ciento hayan podido acceder a una especialidad, superando una prueba tan exigente como es el MIR.

Que me dediquen una calle en Oviedo lo vivo con sorpresa y agradecimiento; sé que hay muchas personas que merecen este honor mucho más que yo

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¿Cuáles son las claves del éxito de un curso presencial que se imparte en el extremo norte de España?

Creo que la clave del éxito del Curso ha sido y sigue siendo no perder de vista esa idea fundacional: intentar ayudar a otros médicos que tienen que pasar por el duro trago de volver a repasar toda la carrera de Medicina, para poder acceder a la siguiente etapa de su vida profesional y formarse como médicos especialistas. El lema del Curso MIR Asturias es “tú marcas tu objetivo, nosotros te ayudamos a alcanzarlo”.

¿Y cómo lo hacen?

Todo el equipo trabajamos alineados en la misma dirección y sentido, buscando la máxima rentabilidad de la preparación del alumno. El ambiente de trabajo y las personas que trabajan en el Curso son lo mejor que tenemos. Todo el personal siente el Curso como “propio” y es consciente del impacto de su trabajo, esfuerzo e ilusión en la organización.

Usted es la cabeza visible...

La realidad es que el nivel actual de servicios al alumno sería impensable si no tuviéramos la suerte de contar con un equipo excelente de médicos (profesores, tutores, colaboradores), psicólogos y del resto del personal del Curso. Sus sinceras ganas de ayudar a los alumnos son el motor de todos los cambios que introducimos cada año. Siempre hay cosas nuevas por hacer. Una de las fuentes de innovación son los concursos de ideas que realizamos anualmente entre los alumnos.

Usted ha traído a Oviedo a millares de médicos en estos años. ¿Cuántos proceden de fuera de Asturias?

Más del 90 por ciento de los alumnos que se preparan en nuestra sede principal, en Oviedo, provienen de fuera de Asturias, tanto de las distintas comunidades autónomas españolas como de una gran diversidad de países de todo el mundo. Todos se llevan un gran recuerdo de esta tierra y del cariño con el que los trataron aquí. La mayoría vuelven, incluso pasados muchos años, acompañados de familiares y amigos.

La competencia se ha hecho cada vez más dura, ¿verdad? Incluso multinacionales. ¿Resulta difícil competir en este mercado?

Intentamos, como supongo que todos los centros de preparación, hacer las cosas lo mejor que podemos. Cada año más y mejor. Pero creemos que el verdadero protagonista de la preparación es el alumno, no la academia donde se prepara. Todo el mérito es de ellos. Nosotros nos esforzamos al máximo para intentar ayudarles a alcanzar sus objetivos, pero somos conscientes que todo lo que hagamos nosotros no vale nada, comparado con el trabajo diario que realizan ellos (once horas y media al día, seis días a la semana). Acompañamos, durante su preparación, a más de 2.500 alumnos anualmente. El curso intensivo dura siete meses, con clases cinco días a la semana y simulacros de examen los sábados. Entregamos a nuestros alumnos 28 libros, durante el curso realizan más de 25.000 preguntas de test en la plataforma online y asisten a más de 600 horas de clases de repaso, con el objetivo de dar tres “vueltas” a toda la Medicina.

El Curso MIR_de Oviedo está en permanente evolución.

Desde el principio, el Curso no ha dejado de mejorar y evolucionar. Lo mejor es el ambiente de compañerismo y ayuda mutua que se vive entre los alumnos, que comparten día a día las dificultades de la preparación.

¿Cuáles son las claves para superar el MIR?

Cuatro principales: trabajo, constancia, motivación y autocontrol emocional. Para nosotros es una suerte y un honor poder acompañar cada año a un grupo de médicos con tanta capacidad de sacrificio, capaces de esforzarse y trabajar tanto, para intentar escoger la especialidad que desean, y poder finalmente ayudar a sus pacientes, que es su ilusión y su objetivo final. La motivación de los alumnos es ayudar a los pacientes. La motivación del curso es ayudar a los médicos.

¿Cuáles han sido los momentos más críticos en la evolución del curso?

Como tantas y tantas personas, quizás el desafío mayor al que nos hayamos enfrentado hasta el momento haya sido la pandemia. Hasta marzo de este año habíamos sido un curso eminentemente presencial. Entendimos la incertidumbre que sintieron los alumnos como consecuencia del covid-19. A nosotros nos pasaba lo mismo. Compartíamos con ellos esos sentimientos. Lo que realmente queríamos era haber podido dar el curso intensivo como siempre, igual que los 32 años anteriores, compartiendo la experiencia MIR Asturias de forma presencial. Eso era con lo que disfrutábamos. Como organización, eso era para lo que estábamos preparados. Desgraciadamente, el virus no tiene en cuenta sentimientos, emociones ni deseos. Tampoco respeta fronteras ni limites administrativos.

Las principales claves para superar el MIR son cuatro: trabajo, constancia, motivación y autocontrol emocional

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¿Y cómo lo llevan?

Estamos viviendo una situación de emergencia mundial, y nos adaptamos a ella, como lo hicieron antes que nosotros otras generaciones. Estamos orgullosos de la velocidad con la que cambiamos juntos y la respuesta de todos los alumnos, profesores, tutores y resto del equipo frente a este desafío. Como en la naturaleza, no sobreviven los más fuertes, sino los que primero y mejor se adaptan. No hemos tenido miedo de salir de nuestra zona de confort y explorar nuevos caminos. Es lo que venimos haciendo desde el inicio. Solo que ahora, enfrentados a una realidad líquida, que cambia a cada momento.

¿Ha sido muy dificultoso?

Los cambios han sido más rápidos que nunca. Antes de la declaración del estado de alarma, todo el personal del Curso estaba ya teletrabajando, y los alumnos recibiendo las clases en sus domicilios. Nunca se interrumpió el servicio.

¿Nunca?

Todos los miembros del Curso seguimos trabajando y esforzándonos para intentar que los cambios que estamos haciendo permitan llevar a sus casas el mejor curso que hayamos dado nunca hasta ahora. Durante el confinamiento de la primera ola, los alumnos pudieron ir viendo las novedades y cambios cada semana. Como siempre hemos hecho, les fuimos informando, con rapidez y honestidad, de todas las decisiones que íbamos tomando, como consecuencia de la pandemia, para proteger su salud y la continuidad del servicio.

¿Qué desafíos implica la falta de presencialidad de la presente edición?

Ayudar a nuestros alumnos a alcanzar sus sueños era y sigue siendo nuestro objetivo, a pesar de la pandemia. Pero nada es más importante para el Curso que la salud de sus alumnos. Esa fue nuestra primera prioridad a la hora de tomar decisiones. No era salud o preparación de la oposición, sino salud y preparación del examen. Hemos visto que no son objetivos excluyentes. La segunda prioridad, solo por debajo de la protección de las personas, siempre ha sido mantener la continuidad del servicio.

¿Cómo lo han conseguido?

Llevando el material y las clases diarias directamente al domicilio del alumno. Basándonos en la tecnología que teníamos para la transmisión a las sedes de fuera de Asturias, diseñamos una nueva plataforma de retransmisión al domicilio de los alumnos, con mecanismos redundantes de seguridad utilizando diferentes proveedores. Los profesores, cada uno desde un punto diferente de la geografía española, han ido produciendo sus clases desde sus domicilios, simultaneando su actividad docente con la sobrecarga de trabajo asistencial. No hemos suspendido una sola clase. La tercera prioridad es la mejora continua, que este año se ha extendido a todos los servicios del curso: libros, clases, exámenes, servidores y servicios informáticos, tutores, apoyo psicológico, nuevas herramientas online, y diseño pedagógico del curso para adaptarnos al cambio de la fecha de examen. La cuarta prioridad del Curso es sobrevivir como empresa, para poder prestar el servicio a la siguiente generación de opositores.

Usted ha ejercido como cirujano maxilofacial hasta hace tres años. ¿Por qué dejó el ejercicio activo?

Ser médico siempre fue mi vocación. Otras cosas también me gustaban, pero ninguna como esta profesión. He tenido el privilegio de poder intentar ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes a los que he atendido entre 1988 y 2017. Durante tres décadas compaginé las vertientes clínica y docente de la Medicina...

Dejé el ejercicio de la medicina porque el Curso MIR exige cada año más dedicación y para poder cuidar mejor a mi madre

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¿Y qué cambió?

Llegó un momento en el que el tiempo no daba más de sí, a pesar de trabajar de lunes a domingo. El Curso exigía cada año una mayor dedicación. Así que, con mucho dolor, tomé esa decisión. Mi madre se estaba haciendo mayor, necesitaba poder colaborar con mi hermana en su acompañamiento y cuidado. Dos de mis hijos ya vivían en Madrid. La tecnología permitía estar trabajando en Madrid, Badajoz o cualquier otro punto de España, y reunirme telemáticamente con una ingeniero informático que estaba en Oviedo y un profesor que estaba en Sevilla. Era el momento de cambiar. Había que elegir, y lo hice.

¿Se siente ahora igual de médico que antes?

Sí, claro, y para mí es un honor hacerlo. Admiro de corazón, agradezco y valoro enormemente el esfuerzo de todo el personal sanitario que están cuidando de nosotros y de nuestras familias, antes, durante y después de la pandemia. Siempre admiré a mi abuelo, médico general y farmacéutico, y mejor persona, que fue una inspiración y un ejemplo para mí, lo mismo que mis maestros. Para mí es un honor seguir sintiendo a todos ellos como mis compañeros de profesión. Sigo aprendiendo de ellos todos los días.

¿Cómo ve la situación sanitaria para los próximos meses?

El partido para evitar o mitigar una tercera oleada ya lo estamos jugando hoy. Con cada decisión que tomamos. Cada uno de nosotros. Cada día. 

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