Está claro que a la hora de perder peso y adelgazar no todo es pasar hambre. Los nutricionistas que desde hace meses dan consejos de alimentación a través de redes sociales insisten una y otra vez en los mismos mensajes: hay que cambiar de hábitos alimenticios para estar más sano (no sólo para perder peso) y además hay que hacerlo con cabeza y a largo plazo, es decir, haciendo deporte a diario y realizando planes a largo plazo. Las "dietas milagro" que te proponen cambios inmediatos en tu cuerpo una de dos: o no funcionan o conllevan un efecto rebote tremendo. Por eso es aconsejable seguir los consejos de los profesionales en nutrición. Hemos recopilado varias de las lecciones de estos nutricionistas y en este artículo te traemos cuatro alimentos quemagrasas que tienes que introducir en tu dieta.

El agua

Empezamos por lo más básico. Sustituyendo por agua los refrescos y el alcohol con el que comes y cenas a diario ya estás restando casi 600 calorías al día. Pero es que aún hay más. Sales a tomar algo y te tomas un refresco con azúcar. Mal hecho. Si lo cambias por uno en versión "zero" o sencillamente por un café sólo, un agua con gas o una infusión esas son también calorías que te restas. Todo vale a la hora de conseguir tu doble objetivo: perder peso y llevar una vida más sana. Recuerda que cambiando lo que bebes también "metes" menos azúcar en tu organismo. Varias organizaciones llevan años alertando de que el excesivo consumo de esta sustancia que estamos realizando en la sociedad actual en buena manera por el abuso de los denominados ultraprocesados va a traer numerosas consecuencias en la salud de mucha gente en el futuro.

Pero es que los beneficios de beber agua no acaban ahí. A la hora de adelgazar es también importante por dos cosas más: la primera es que te "sacia". Si te bebes un vaso antes de cada comida notarás que tienes menos hambre. Necesitas menos alimento para sentirte igual de lleno y de satisfecho con la comida. Y, además, tiene otra ventaja importante para tu salud: mejora el tracto digestivo.

La fruta

Los nutricionistas como Joel Torres o Miquel Girones han emprendido en los últimos meses toda una campaña contra los mitos que rodean estos alimentos. Que no son pocos. Y es que por mucho que leas por internet la fruta no engorda, no es malo comerla por la noche y no tiene demasiado azúcar. Es más, frutas como el plátano son más que apropiadas cuando quieres cargarte de energía para hacer deporte (y eso es algo muy importante si quieres perder peso). Pero la fruta aún tiene más ventanas.

Comer cinco piezas al día de melocotón o piña o fresa te sirve para quitarte el postre de las comidas (así meterás menos calorías al cuerpo), te vale como perfecto "snack" entre horas en el trabajo (lo que hará que vayas menos a la máquina repleta de patatas fritas y productos poco sanos, y hará que cambies un poco tu desayuno. Ya no necesitarás galletas y bollos y eso te hará ganar en salud y hará que tengas menos hambre a lo largo de la mañana. Recuerda que este tipo de alimentos contienen un azúcar de muy rápida absorción y que apenas te da energía.

Las verduras

La vieja regla de los nutricionistas que sigue muy presente, la del 80/ 20, habla de que para que una comida sea sana y además adelgace en el plato tienes que poner un 80 por ciento de verdura y un 20 por ciento de carne o pescado o cualquier complemento. Haz la prueba durante unos días y verás como bajas de peso. Es matemático.

Los frutos secos

Y por último ayer te hablábamos de otro quemagrasas estupendo: los frutos secos. Puedes elegir el que quieras pero hay estudios científicos que demuestran que comiendo 30 gramos de cualquiera de estos frutos al día obtienes resultados más que comprobables. De hecho los estudios científicos dicen que quienes hacen una dieta y la combinan con 30 gramos de frutos secos al día consiguen mejores resultados. Aquí te lo contamos.