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“Andar, cinco comidas, un culín y reírse con los amigos”, la vida sana de Gerardo Ruiz

“No podemos pasar del cigarro y el ‘cacharro’ a la maratón; es imprescindible un examen médico”, dice el expreparador físico del Sporting

Gerardo Ruiz, expreparador físico del Sporting de Gijón: "No se puede pasar del cubalibre al maratón"

Gerardo Ruiz, expreparador físico del Sporting de Gijón: "No se puede pasar del cubalibre al maratón" VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Juan Plaza

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Gerardo Ruiz, expreparador físico del Sporting de Gijón: "No se puede pasar del cubalibre al maratón" Ángel Cabranes

Es contrario a seguir dietas, aconseja “comer de todo moderadamente”. Tampoco le gustan los extremos en el ejercicio físico, porque “no se puede pasar de estar tomando cacharros a correr una maratón”. Gerardo Ruiz Alonso, gijonés de El Cerillero, de noviembre de 1956, habla de la importancia de ser feliz antes de exponer su particular receta para llevar una vida saludable. “¿Salud? Tomar un culín y echar unes rises con los amigos. Eso ye salud” resume, con cara de picardía, el carismático preparador físico del Sporting, que se encargó del equipo en los dos últimos ascensos de los rojiblancos a Primera División. Doctor en Educación Física por la Universidad de Granada, entre sus imprescindibles están “moverse a diario, aunque sea solo caminar a la compra o al trabajo, no usar el ascensor y hacer cinco comidas al día”. Y a partir de ahí, “con ganas y buen humor no cuesta tanto cuidarse”.

Vive la jubilación entre libros y rescatando recuerdos mientras teclea sin límites en el ordenador. Gerardo Ruiz es autor de dieciséis títulos relacionados con juegos y deportes tradicionales asturianos; educación física y entrenamiento y hasta con Quini. Jubilado desde hace poco más de tres años, este gijonés “de La Calza alta, como poníamos cuando escribíamos cartes”, está en pleno proceso de creación de su autobiografía. “Llevo ya 600 o 700 páginas, ¡a ver quién edita eso!”, comenta con una sonrisa que le acompaña casi en todo lo que hace y ante la que solo cede el recuerdo a sus padres, a los que ha dicho adiós en los últimos años. En ese nuevo libro cuenta cómo “Mus” –el apodo que tenía en el instituto, donde le conocían como “Músculos”– convirtió una afición, la de cultivar y cuidar su cuerpo y el de los que le rodean, en su modo de vida.

“Hay que gastar les perres en un buen calzado, no en un buen chándal”

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“‘Ye muy difícil entrar en el INEF de Madrid, olvídate’, me decía un profesor. Entonces solo se podía estudiar allí Educación Física. No hice caso, como otras veces”, recuerda Gerardo. Entró. Si en su época ya resultaba toda una aventura que un chaval de un barrio obrero de Gijón se fuera a la capital a estudiar, en su caso aquel paso marcó un antes y un después en su vida.

Aprovechó tanto el tiempo que allí conoció a Tere Ramos, mujer y madre de sus dos hijos, Jorge y Marta –heredera de vocación, es profesora de Educación Física–. En el camino, este gijonés jugó de lateral derecho en el Portuarios; fue tres veces campeón de Asturias de culturismo; regentó el gimnasio Muscle Astur en la gijonesa calle de Torcuato Fernández Miranda; fue profesor en el Instituto Mata Jove y trabajó como preparador físico en Mareo desde 1995 hasta 2017 de manera ininterrumpida. Los éxitos de Manolo Preciado y del Pitu Abelardo tienen en Gerardo el acento perfecto tanto en lo deportivo, como en la manera de empatizar y llegar a futbolistas y aficionados.

“Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”, resume Gerardo a la hora de hablar sobre alimentación para desgranar su fórmula para llevar una vida sana.

“Debemos comer productos lo más naturales posible e huir de los procesados. Y de ellos, los tres principios inmediatos: proteínas, que tienen una función plástica (huevos, pescado, carne y lácteos); hidratos de carbono, que son la gasolina súper del cuerpo (fruta, verdura y cereales), y grasas, que tienen una función importante para facilitar la asimilación de vitamina D (aceite de oliva, productos con Omega-3 y frutos secos)”, detalla.

“El ejercicio, mejor sin excesos para acostumbrar el organismo poco a poco”

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Entre los alimentos a mantener a raya en el día a día, este vecino del gijonés barrio de La Guía recuerda que “hay que evitar o comer poco azúcar blanco refinado, grasas animales, refrescos azucarados, alimentos muy procesados y alcohol”. En este último apartado añade “que se pueden hacer excepciones puntuales” y siempre con el criterio de hacerlo “moderadamente”. Y a la hora de ponerse delante de los fogones, “utilizar preferentemente la plancha o los hervidos cuando no se pueda comer en crudo”. “En mi caso como de todo. Fruta todos los días. Me encantan las verduras, pero no perdono un buen plato de fabes, pote o huevos con chorizo. Eso sí, sin pasarme”, explica como ejemplo práctico.

Con el estómago cubierto, a la hora de hacer ejercicio Gerardo Ruiz es tajante con un básico antes de hacer deporte. “Someterse a un reconocimiento médico previo es obligatorio. Si se completa con un electrocardiograma; con una prueba de esfuerzo; con el IMC (índice de masa corporal), además de medirse la tensión arterial y el colesterol, mejor que mejor”, subraya.

Tres mitos falsos


1 Atiborrarse de azúcar para las agujetas

“Atiborrarse de azúcar para las agujetas es un disparate. Las agujetas son microrroturas fibrilares y se previenen con ejercicio regular, no con palizas de una actividad a la que no estés acostumbrado. Para pasarlas, descanso y entrenamiento”.

2 El error de tomar huevos crudos

“Películas como ‘Rocky’ hicieron creer en el beneficio de tomar batidos de huevos crudos para una dieta rica en proteínas. Error. La proteína, para asimilarla, tiene que ser degradada, friendo o cociendo. No se debe comer cruda como en esos batidos”.  

3 Las pesas hipertrofian a la mujer, falso

“La mujer tiene poca testosterona, la masa muscular depende de ello, tiene que hacer bastante ejercicio para aumentar mucho la masa muscular. Que no tengan miedo de hacer ejercicios con pesas”

Cumplida esa premisa, dice que es el momento para trabajar en una mejora del estado físico del individuo. “Sin excesos. Nada de pegarse una paliza un día y nada los siguientes. Hay que ir acostumbrando el organismo poco a poco. A la hora de comprar material, el calzado es lo más importante. Hay que gastase les perres en un buen calzado, no en un buen chándal”, recalca.

Gerardo también ofrece una pequeña tabla para cuidarse en casa. “Son ejercicios para todas las edades y que podemos hacer tres o cuatro días a la semana. Haremos cada ejercicio durante 30 segundos y pasaremos al siguiente hasta completar cinco vueltas: 1, correr en el sitio; 2, abdominal isométrico; 3, supermán; 4, sentadilla a noventa grados y 5, planchas. Sin complicarse la vida, hasta donde se pueda”, detalla antes de arremangarse, sacar bola, guiñar un ojo y concluir. “Ye lo que hay, gallu. Ser felices”.

Las claves de una vida sana: así debe ser el ejercicio físico según la edad

Las claves de una vida sana: así debe ser el ejercicio físico según la edad VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Juan Plaza

Las recomendaciones de Gerardo ruiz para hacer ejercicio en las cuatro etapas de la vida

Hasta los 17 años, la intensidad puede ser alta

“Hasta los 17 años no debemos preocuparnos en exceso por los niveles de esfuerzo. Nuestro cuerpo es joven, la intensidad puede ser alta”, explica Gerardo Ruiz sobre esta primera etapa. “Estamos hablando de ejercicios como la actividad física escolar, juegos u otros deportes. Se puede trabajar de cinco a siete días a la semana, con sesiones de una hora o algo más. Digamos que entre 60 y 80 minutos”, continúa. “Trabajo combinado aeróbico, anaeróbico y fuerza”, resume.

De 18 a 45 años, esplendor de la actividad y deporte de élite

“Entre los 18 y los 45 años la gente está en el máximo esplendor de su condición física. Ahí sí se pueden buscar niveles de intensidad alta y muy alta”, detalla Gerardo Ruiz. Y eso incluye “deportes, juegos, entrenamientos de fuerza, resistencia. Todas las capacidades físicas”. En cuanto a tiempo, abre la horquilla “entre 4 y 7 sesiones semanales de hasta 90 minutos”.

La regla de las pulsaciones, clave entre los 46 y 64 años

“Lo importante entre los 46 y 64 años es ir bajando la intensidad. Actividad moderada, dependiendo del estado de forma”, avisa Ruiz. “Predominaría el trabajo aeróbico; bicicleta, andar y natación. Importante tonificar y hacer estiramientos. De 40 a 90 minutos y de cuatro a seis sesiones semanales. Y clave, hacer regla nemotécnica: 220, menos la edad del individuo, igual a las pulsaciones que no se deben sobrepasar”.

A partir de los 65, intensidad baja contra la osteoporosis

“A partir de los 65 años, la intensidad debe ser moderada o baja. Tres a cinco días a la semana, repartidos con trabajo aeróbico suave. Es decir: andar, natación, bicicleta”, explica Gerardo Ruiz. “Recomiendo hacer fuerza con gomas y pesas ligeras y equilibrio sobre superficies inestables (balones bosu específicos). Son importantes para prevenir la osteoporosis. Y mismo cálculo para las pulsaciones: 220, menos la edad del individuo, igual a pulsaciones que no hay que sobrepasar”.

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