Andalucía sufrió hace dos años el mayor brote de listeriosis de España, que provocó tres muertes y cinco abortos y afectó a 210 personas, y esa crisis motivó cambios en los procesos industriales y la creación de un sistema nacional de intercambio de análisis sanitarios que han hecho descender "drásticamente" los nuevos brotes.

El jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y portavoz en esa crisis sanitaria, José Miguel Cisneros, ha explicado a Efe que "antes del brote había un chorreo continuo de casos de listeriosis invasiva en España, entre 500 y 700 al año, y ahora con la mejoras aplicadas tras el brote de Sevilla se han reducido drásticamente".

El brote en la carne mechada de la empresa sevillana Magrudis, cuyo dueño y su hijo estuvieron casi seis meses en prisión, hizo que el sistema para atacar la listeria "cambiara para bien. Es la mejor prueba de que el brote de Sevilla no ha quedado en agua de borrajas y que no ha sido una lección perdida", asegura el especialista.

Además de que propició sistemas industriales "más rigurosos" y un plan especial de la junta del sector cárnico, la mayor aportación de ese brote que consternó a la sanidad andaluza en plenas vacaciones ha sido la creación de un mapa nacional de casos.

El mapa compartido de resultados analíticos permite detectar un brote con solo dos personas infectadas, lo que no ocurría antes, cuando se necesitaban más afectados, ha añadido. Ese mapa, que fue una de las peticiones que hicieron los especialistas tras el brote, recuerda Cisneros, permite determinar si una muestra de un producto con listeria enviada al Instituto de Salud Carlos III coincide con la misma cepa de otro afectado, aunque esté en una ciudad española distante cientos de kilómetros.

La coordinación que facilita el mapa ha hecho que las alertas alimentarias hayan bajado de forma considerable y que en el hospital público de Sevilla en el que trabaja, que antes tenía decenas de casos al año, ahora los tenga de forma "excepcional" y que se "cuenten con los dedos de una mano" los que padecen, expresa gráficamente.

Junto a este trabajo unido en todo el país para la secuenciación de las muestras en vez del "troceado" que había antes, el especialista se refiere al hecho de que la industria alimentaria ha tomado más conciencia para mejorar sus procedimientos porque, entre otros motivos, un brote de este tipo supone una pérdida económica y de prestigio.

Cisneros reclama que esta unión se haga también en el ámbito europeo porque ahora no hay norma que obligue a compartir las cepas ni los análisis microbiológicos y además ha quedado demostrado, con la covid-19, que con la globalización las infecciones "no tienen fronteras".

Gracias al intercambio de información europea, "por ejemplo, se podría unir un caso de listeria en París provocado por un salmón noruego contaminado con otro caso en Sevilla. Luego se podría tirar de ese eslabón y llegar a la granja marina" causante de la infección para evitar un brote. "Y solo con dos casos", enfatiza el especialista.

Cisneros, que pensó en decenas de muertos cuando le informaron del brote de Sevilla aunque finalmente la mortalidad fue del 1,4% mientras que en los de Estados Unidos y Sudáfrica de años atrás fueron del 22 y el 27%, también pide que en España se implante la especialidad de enfermedades infecciosas porque es el único país que no la tiene.

Vertiente judicial

El brote de Magrudis también provocó la apertura de una investigación judicial que dirige el Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, cuya titular mantuvo en prisión al dueño de la empresa, José Antonio Marín Ponce, y a su hijo Sandro José Marín Rodríguez entre el 26 de septiembre de 2019 y el 17 de marzo de 2020 y le embargó los bienes.

Los dos principales encausados están siendo investigados por un delito contra la salud pública en su modalidad de fraude alimentario, tres delitos de homicidio por imprudencia, dos delitos de lesiones a feto con resultado de muerte y varios delitos de lesiones imprudentes.

Durante la investigación del brote el juzgado fue reforzado ante los numerosos afectados y recibió un informe oficial según el cual la carne contaminada de Magrudis superaba hasta 150.000 veces el límite legal.

Un portavoz de la asociación de consumidores Facua, que ejerce la acusación particular en la causa, ha afirmado a Efe que no pueden hacer una previsión de cuándo se podría concluir la instrucción judicial.

Plan especial de la Junta

Tras el brote y la alerta sanitaria que se prolongó entre el 15 de agosto y el 17 de octubre de 2019, la Junta de Andalucía puso en marcha un plan extraordinario de control de listeria monocytogenes. En los últimos tres meses de 2019 se realizaron 704 muestras de producto y 378 de superficie, lo que supuso casi duplicar los muestreos de alimentos para análisis de listeria previstos a principios del año para todos los sectores.

Entre esas 704 muestras, hubo once casos (un 1,56%) que dieron positivo en listeria, y de las 1.135 muestras de 2020 las positivas fueron quince, un 1,32%, según los datos de la Consejería de Salud.

La conversión de una derrota en una victoria con este brote puede asemejarse a lo ocurrido con el Vasa, que iba a ser el mayor buque de guerra sueco pero que naufragó en 1618 el mismo día que fue botado, y que tras su rescate 333 años después presume de ser el museo más visitado de Escandinavia.