A la hora de perder peso no tienes que dejar de comer ciertos alimentos. Lo repiten todos los nutricionistas hasta la saciedad. Lo que tienes que hacer es cambiar el modo en lo que comes. Los expertos en este tipo de asuntos aseguran que no es malo comer de vez en cuando un menú de comida rápida si no te pasas (en este enlace te contamos las consecuencias que puede tener eso de “saltarte” el régimen el fin de semana). De hecho es hasta positivo que de vez en cuando comas algo que no sea tan sano. Eso te va a dar salud mental por así decirlo. Mantener una dieta que seas incapaz de mantener en el tiempo sólo te va a dar problemas. Además los resultados a la hora de perder peso tienen que verse a largo plazo. Debes tener paciencia y por eso no es bueno que te obsesiones con lo que vas avanzando. Si eliges una dieta demasiado estricta y ves que no hay resultados no la podrás mantener en el tiempo.

Por eso que intentes controlar lo que comes para perder peso no quiere decir que tengas que dejar de alimentarte con ciertas cosas. Por ejemplo de pan. Es cierto que a lo largo de los años se ha ido extendiendo una idea relativamente falsa de que el pan engorda. Y los nutricionistas lo niegan. Tienes que elegir, eso sí, el pan que te va a ayudar a mejorar tu dieta. Te recomendamos que te vayas hacia el pan integral. Una rodaja de pan blanco engorda más porque tiene más calorías. Es algo lógico. Tiene 74 calorías frente a 44. Además el pan integral tiene mucha más fibra, lo que te ayudará también a mejorar el tránsito intestinal.

Pero no sólo tienes que cambiar el modo en el que comes. Recuerda que a la hora de perder peso y adelgazar también es importante que te muevas más. Y que todos los días hagas algo. En este enlace te contamos en su día cuántos pasos tienes que dar cada día para perder peso. Tienes que tenerlo en cuenta también en tu puesto de trabajo. En este otro enlace te contamos lo que tienes que hacer todos los días en tu puesto de trabajo para perder peso. Recuerda que todas las actividades cuentan y que no hay nada que reste. La cuestión es ir perdiendo peso poco a poco.