La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado que es un error pensar que los productos light pueden ayudarnos a adelgazar de forma decisiva, y recuerda que lo más importante es seguir una dieta sana y variada: rica en frutas, legumbres y verduras, y donde se prioricen los alimentos frescos, poco procesados.

Aunque los alimentos light garantizan, como mínimo, un 30% menos de azúcares o de grasas que un producto similar, esto no implica necesariamente que la reducción de calorías sea similar. Por ejemplo, una bolsa de patatas fritas light tiene de media solo un 17% menos calorías que una bolsa normal. [Quizá te interese: ¿Qué es la espirulina, el superalimento de moda?]

Además, los productos light suelen provenir de alimentos calóricos, por lo que normalmente lo seguirán siendo. A pesar de una cierta reducción calórica, una ración de queso semicurado light (60 gramos) tiene una media de 174 kcal, lo mismo que una ración de galletas light (40 gramos); mientras que una ración de mermelada light (25 gramos) tiene 37 kcal.

Por otro lado, recuerda que muchos alimentos light son productos ultra-procesados con un alto contenido en sal y aditivos, especialmente los de bollería y las salsas. Por eso, en estos casos, "este tipo de alimentos no deberían representar más que una pequeña parte de la dieta habitual".

OCU aconseja también practicar todos los días un poco de ejercicio físico también ayuda a rebajar peso, además de contribuir a mejorar la salud física y mental.

Los edulcorantes artificiales se han asociado con el aumento de peso, la diabetes y las enfermedades cardíacas, si bien no han mostrado necesariamente que ocasionen estos males. Ahora, dos investigaciones relacionan los refrescos con el riesgo de padecer Alzheimer.

La primera, publicada en la revista médica Stroke, encontró que el consumo de bebidas refrescantes 'light' estaba asociado con un mayor riesgo de derrame cerebral y demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. El segundo, publicado en Alzheimer & Dementia, asoció un mayor consumo de bebidas azucaradas con indicadores del Alzheimer preclínico.

Dirigidos por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, los autores del estudio de Stroke realizaron una revisión de los datos recopilados a través del Estudio del Corazón Framingham, una revisión observacional de varios decenios que comenzó con más de 5.000 participantes voluntarios en 1948 y que ha incluido a sus hijos desde 1971 y sus nietos desde 2002. La estudio incluyó nueve ciclos de exámenes que se realizaron aproximadamente cada cuatro años. Los participantes registraron la ingesta de bebidas a través de cuestionarios que sondearon sus dietas durante los 12 meses anteriores. En estos estudios, los investigadores examinaron el séptimo ciclo de la descendencia, de 1998 a 2001, y el segundo ciclo para los nietos, de 2008 a 2011.

En el estudio citado en Alzheimer & Dementia, los investigadores encontraron que un mayor consumo de bebidas azucaradas estaba ligado al Alzheimer preclínico, incluyendo menor volumen total del cerebro y una memoria episódica más débil.

El estudio Alzheimer & Dementia indica, no obstante, que los datos de consumo basados ??en cuestionarios son inherentemente poco fiables. "La Asociación del Alzheimer señala que los mayores factores de riesgo para la enfermedad del Alzheimer son el aumento de la edad, la historia familiar de Alzheimer y la genética, no el azúcar, de ninguna fuente", señala William Dermody Jr., vicepresidente de política de la Asociación Estadounidense de Gaseosas, el principal lobby de la industria de refrescos en EEUU.