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Llega otra vacuna, la del herpes zoster, y estas son las claves que hay que saber

Es una enfermedad muy prevalente, que puede generar mucho dolor, derivada de la reactivación del virus de la varicela zóster, y cuya incidencia va a ir a más

Administración de una vacuna. EP

España va a iniciar, en pocos meses, un nuevo programa de vacunación. En este caso se trata de la inmunización frente al herpes zóster que, según Ismael Huerta, jefe de vigilancia Comité Asesor de Vacunaciones del Principado “llevamos bastante tiempo intentado conseguir”.

La decisión se toma tras haber llegado España a un acuerdo de compra centralizada que permitirá empezar por la vacunación más prioritaria, que sería la de personas mayores de edad (a partir de 18 años) con situaciones graves de inmunosupresión. En una segunda fase, cuando la disponibilidad de vacunas sea mayor, la intención de los expertos nacionales es que esa vacunación llegue a todos los mayores de 65 años.

Todo lo relativo a esta inmunización se ha abordado en un grupo de trabajo de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones. Y las que siguen son las principales indicaciones de esos expertos.

¿De qué enfermedad hablamos?

El herpes zóster (HZ) es una enfermedad muy prevalente, con mayor incidencia a partir de los 50 años y en mujeres, aumentando con la edad y, de manera considerable, con la presencia de inmunodepresión y ciertas condiciones de riesgo. Se trata de una enfermedad que se produce por la reactivación del virus de la varicela zoster. Los expertos españoles de la red de Vigilancia Epidemiológica que han hecho un estudio sobre la incidencia del Herpes Zoster enEspaña lo explican así: “La infección primaria por el virus varicela-zóster produce varicela clínica; la reactivación tardía del virus acantonado en los ganglios neuronales produce herpes zóster. La varicela ocurre por lo general en la edad pediátrica mientras que el herpes zóster es, sobre todo, una enfermedad de la edad adulta y de la vejez. La epidemiología de ambas entidades está íntimamente relacionada”, ratifican.

Se sabe que más del 90% de las personas adultas se han infectado con el virus de la Varicela Zóster y, por lo tanto, pueden desarrollar Herpes Zoster. Se estima que el riesgo es de alrededor del 30% a lo largo de la vida, pudiendo llegar al 50% en las personas con 85 años o más. 

¿Qué síntomas tiene?

Los primeros síntomas, generalmente, son picazón, hormigueo o dolor intenso ardiente o punzante en el área de la piel donde el virus de la varicela zoster estuvo latente. Al cabo de unos días aparece una erupción, que habitualmente se acompaña de dolor en la misma zona y dura entre 2 y 4 semanas. Las áreas de la piel que con más frecuencia se afectan son las que reciben los estímulos sensoriales por los ganglios espinales y por la rama oftálmica. El dolor y malestar pueden durar semanas, meses o incluso años.

Otra vacuna

¿Cuántos casos hay en España?

Del estudio de casos llevado a cabo en once Comunidades Autónomas (Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia, La Rioja, Canarias, Madrid, Melilla, Castilla la Mancha, Murcia y Navarra), con notificaciones de casos individualizados entre 2014-2018, se deduce que la tasa media de incidencia de Herpes Zoster fue de 351,6 casos por 100.000 habitantes. La tendencia se acelera a partir del grupo de 50-54 años (la incidencia pasa de ser 235,7 casos por 100.000 hab entre los 45-49 años a 333,5 en el grupo de 50-54 años, lo que supone un incremento del 41%) y alcanza el máximo en el grupo de 80-84 años (877,1 casos por 100.000). 

Eso supone que el 68,8% de los casos de herpes zoster ocurren en personas de 50 o más años, el 52,8% en personas de 60 o más años y el 33,0% en personas de 70 o más años. 

En cuanto a las hospitalizaciones, entre 1998 y 2017 se han identificado 59.297 hospitalizaciones por esta enfermedad en España. El promedio anual fue de 2.965 hospitalizaciones y también en este caso la probabilidad de la hospitalización se incrementa con la edad. En concreto, el grupo de edad que registra más hospitalizaciones es el mayores de 85 años. Expresado en términos porcentuales, el 80,2% de las hospitalizaciones por herpes zoster ocurren en personas de 50 o más años, el 70,4% en personas de 60 o más años y el 53,6% en personas de 70 o más años. La tasa de hospitalización es más alta para los hombres que para las mujeres en todos los grupos de edad.

¿Es una enfermedad mortal?

Presenta una baja mortalidad, pero algunas personas que han tenido “culebrilla”, como se denomina en muchos lugares, continúan sufriendo dolor mucho después de que la erupción haya desaparecido. Este dolor se denomina neuralgia posherpética, que significa dolor nervioso después del herpes. 

Las complicaciones que puede presentar, sobre todo por esa neuralgia postherpética, pueden ocasionar discapacidad y disminuir la calidad de vida, por lo que constituye una importante carga para la sociedad, tanto por los costes directos de la asistencia sanitaria (atención primaria, consultas especializadas, ingresos hospitalarios, prescripciones farmacológicas) como por la pérdida de productividad en las personas más jóvenes y de los cuidadores en los pacientes más mayores.

Entre 1999 y 2017 se registraron un total de 352 muertes por herpes zóster, lo que supone una media de 18,5 muertes al año. 

¿Por qué preocupa?

Entre otras cosas, porque además de ese coste social y económico que ahora se le atribuye se espera un aumento de la incidencia debido al envejecimiento de la población española (con especial incidencia entonces en regiones envejecidas como la asturiana) y también por el creciente número de personas con comorbilidades y con inmunodepresión.

En los últimos 20 años la tasa global de hospitalizaciones con diagnóstico de herpes zoster se ha duplicado. El envejecimiento de la población y el creciente peso demográfico de las personas con comorbilidad incrementan el riesgo de reactivación de la infección latente por el virus varicela zoster La frecuencia de enfermedades con riesgo asociado para herpes zoster también es más alta en los mayores. Se han identificado patologías y situaciones que producen inmunosupresión y que están asociadas al herpes zóster como son leucemias y linfomas, tumores de órganos sólidos, trasplantes de progenitores hematopoyéticos y trasplante de órganos sólidos, la infección por VIH y el SIDA. Además entre las enfermedades crónicas identificadas como procesos de riesgo están el asma, la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares; y otras características como un bajo nivel sociodemográfico parecen estar asociadas a un incremento en la incidencia de este herpes.

¿A quién se va a vacunar?

La recomendación que han hecho los expertos es que se incorpore la vacunación en las personas con las siguientes condiciones de riesgo: A partir de los 18 años de edad, en cuanto se disponga de dosis se priorizará a las personas con:

1. Trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH).

2. Trasplante de órgano sólido (TOS).

3. Tratamiento con fármacos anti-JAK.

4. VIH.

5. Hemopatías malignas.

6. Tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia.

-Y según se vaya disponiendo de más vacunas, los expertos han pedido la incorporación sistemática de la población general en la cohorte de 65 años en adelante, al menos una cohorte por año comenzando por que cumple 80 años y descendiendo.

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