Una alimentación baja en carbohidratos, que se presenta como una opción efectiva para perder peso, no adelgaza más que las dietas equilibradas, en las que sí se consumen este tipo de nutrientes aunque en menores cantidades, según un estudio de la red internacional de investigadores Cochrane.

Esta organización sin ánimo de lucro, constituida por una red internacional de investigadores, profesionales sanitarios y pacientes, ha analizado la evidencia disponible sobre las dietas a partir de 61 estudios.

La conclusión es que "hay poca o ninguna diferencia en la pérdida de peso entre las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos y las que siguen dietas adelgazantes con un consumo equilibrado de carbohidratos", al menos durante dos años, que es el periodo máximo del que hay estudios.

Sobre pacientes sanos, tampoco se han observado diferencias entre las dietas en cuanto a cambios en los riesgos de cardiopatía o enfermedad del corazón.

Las dietas bajas en carbohidratos se aplican de diferentes maneras, pero sobre todo restringen los cereales, las legumbres y otros alimentos que contienen carbohidratos, como los lácteos, la mayoría de las frutas y algunas verduras.

Estos alimentos suelen sustituirse por otros más ricos en grasas y proteínas, como carnes, huevos, queso, mantequilla, nata y aceites.

Por su parte, las dietas equilibradas contienen cantidades más moderadas de hidratos de carbono, proteínas y grasas, de acuerdo con los consejos actuales de las autoridades sanitarias en materia de alimentación saludable.

Cuando se utilizan para reducir el peso, las dietas equilibradas recomiendan restringir la cantidad de energía ingerida orientando a las personas a que reduzcan el tamaño de sus porciones y elijan alimentos más saludables.