Los algoritmos, con su capacidad de interpretar millones de datos, tienen sus ventajas. Aunque la palabra “algoritmo”, asociada a redes sociales como Facebook (aquí tienes la información que tiene sobre ti), parece tener un significado peyorativo por los sesgos a la hora de mostrar el contenido a unos u otros, pueden ayudar a predecir delitos que se producen en internet.

“Precisamente, mediante el análisis de todo tipo de datos gracias a los macrodatos y a la inteligencia artificial, se ha encontrado una manera de avanzar en la prevención de la ciberdelincuencia”, explica Josep Maria Tamarit, catedrático de Derecho y organizador de la IX Jornada de Criminología: Inteligencia Artificial y Ciberdelincuencia, en la UOC. Desde el siglo XIX, se ha intentado crear mapas para entender cuándo y dónde se desarrollan los crímenes. Hoy, estos mapas los crean ordenadores que, gracias a la tecnología, cruzan informaciones que permiten tener más control sobre la prevención de la delincuencia.

Estas herramientas de la predicción policial (predictive policing) se basan en el análisis de patrones de comportamiento delictivo y en la creación de algoritmos para encontrar lugares de riesgo a fin de seleccionar recursos de control policial”, explica Tamarit. Con este tipo de información, los departamentos de policía, por ejemplo, pueden poner agentes en diferentes “puntos calientes” de la ciudad previendo y estimando el riesgo de que un tipo de delito sea susceptible de ocurrir en las horas siguientes. Se tienen en cuenta informaciones diversas como la proximidad a una zona de bares o a una estación de autobuses, el tiempo o las fases lunares, por ejemplo.

Actualmente, el Departamento de Policía de Los Ángeles, que usa uno de estos programas, experimenta una caída del 20% en los crímenes año tras año y, por primera vez, una división policial experimentó un día sin crímenes, según datos de la empresa suministradora de esta tecnología, PredPol. Desde su despliegue, en Plainfield, Nueva Jersey, se ha experimentado una reducción del 54% de los robos y del 69% de los robos de vehículos.

También hay instrumentos utilizados en Estados Unidos para evaluar el riesgo de reincidencia de delincuentes cuando hay que adoptar decisiones como conceder la libertad condicional o seleccionar condenados para determinados programas de tratamiento.

Pero el uso de estas herramientas plantea dilemas éticos y problemas jurídicos que obligan a estudiar en los próximos años la relación entre la tecnológica y la criminológica”.