“Es como la noche y el día”. La opinión es del abogado Enrique d’Aubarede y refleja lo que ayer pensaron muchos de los profesionales que, por razones laborales, visitaron la nueva sede judicial de Luarca. El edificio que a partir de ahora prestará servicio como Juzgado de primera instancia e instrucción abrió sus puertas después de décadas de reivindicaciones por el mal estado de la sede anterior, con espacios reducidos, mobiliario deteriorado y problemas de accesibilidad. La jueza Marta Huerta fue la encargada de mostrar la “satisfacción” y “alegría” de los trabajadores y, con toda probabilidad, de los usuarios. “Es un cambio esperado, se da un gran paso”, dijo del traslado. “Todo el mundo conocía las instalaciones donde se prestaba hasta la fecha el servicio, en un piso de Luarca con difícil accesibilidad”, recordó.
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