Las luces del HUCA marcaron la evolución de la pandemia para las Carmelitas Descalzas de Oviedo. Desde el convento de estas monjas de clausura, situado en la falda del Naranco, hay una vista privilegiada del edificio de hospitalización. "Veíamos que la novena planta se llenaba cada día más y sufríamos por los enfermos y sus familias", explica la priora.
