“Que quiten las mascarillas y, sobre todo, que lleguen los abrazos”. Con ese deseo para el curso que viene se despedirán hoy de las aulas los alumnos del colegio Buenavista II de Oviedo. El primer año escolar desarrollado íntegramente en pandemia ha sido tanto para ellos como para sus profesores “muy difícil”. “Al principio fue un trabajo titánico. Hubo que coger el metro, sacar armarios, recolocar aulas... El principal miedo que tuvimos siempre es que nos confinasen”, cuenta Pablo Alonso, tutor de una clase de 6º de Primaria. Pero nueve meses después de aquel regreso incierto, las vacaciones de verano empezarán mañana con un “balance muy positivo”.
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