Este año se celebran los 60 años desde que la historia de Mensajeros de la Paz comenzó con el Padre Ángel García y el Padre Ángel Silva. Precisamente su historia arrancó en Asturias y, por eso, las celebraciones se centran en nuestra autonomía. Dos sacerdotes muy jóvenes, que veían con preocupación la situación de los niños sin recursos en los hospicios e internados, con la ayuda del Cardenal Tarancón, construyeron un proyecto que se ha ido desarrollando y transformando durante 60 años. Ahora, Mensajeros de la Paz se encuentra en 75 países, atendiendo a niños, jóvenes, mayores, mujeres víctimas de violencia, migrantes, refugiados y personas sin hogar. "Estoy muy feliz al ver la gran familia que hemos formado en estas seis décadas. Los niños con los que empezamos en el edificio del hospicio que ahora ocupa el hotel Reconquista tienen casi 70 años y recuerdan el cariño que les dimos y que por una u otra razón no podían tener por parte de su propia familia", explica el padre Ángel García. "Tinín, uno de los primeros niños que tuvimos, me dijo una vez que en sus siete años de vida nadie le había dado un abrazo. Darles un hogar se convirtió en una prioridad".

El acto institucional de este aniversario se ha celebrado en el hotel La Reconquista, antiguo Hospicio de Oviedo y lugar emblemático para la entidad. "Recuerdo ver a los niños aquí con el pelo rapado y los mandilones azules. Ángel Silva y yo veníamos aquí con 24 años a celebrar misa como nos pidió el cardenal Tarancón", explica el Padre Ángel. "Necesitamos personas buenas en todos los ámbitos de la vida. Al padre Ángel le mueve la fe y eso se traduce en un principio fundamental, intentar hacer el bien a todas las personas que te encuentras", aseveró el presidente del Principado, una de las autoridades presentes en el acto junto a la delegada de Gobierno, el presidente de la Junta General del Principado y el alcalde de Oviedo, entre otros. "Yo soy el fruto de la sociedad asturiana, he mamado y he respirado lo que se hizo aquí, la lucha minera, las viudas y los huérfanos. Creo que encontrar una mano amiga es lo más importante en la vida".