–El diagnóstico definitivo de Héctor nos lo dieron cuando tenía dos años y medio.
Laura Moro e Israel Pazos relatan cómo se enteraron de que su hijo mayor sufría un trastorno autista. Tenían otro hijo que no había cumplido un año.
–Lo primero que tuvimos que hacer Israel y yo fue recomponernos: Decir: «Vale, vamos a tirar para adelante y vamos a ponernos fuerte».
Avanzar, sí, pero cómo. Lo tenían muy claro:
–Utilizamos la herramienta que siempre nos había ayudado, el deporte, que significa superación de obstáculos.