Antes de que los anglosajones dominasen las tierras de Texas, California o Florida, buena parte de lo que hoy son los Estados Unidos formó parte del imperio español durante unos tres siglos, una herencia imposible de borrar. Una exposición bajo el lema "El legado español en los Estados Unidos", abierta este jueves en la Sala Trascorrales de Oviedo, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, aborda las raíces hispanas de ese gran país, que se remontan al siglo XVI, con los conquistadores Ponce de León, Alvar Núñez Cabeza de vaca, Hernando de Soto o el avilesino Pedro Menéndez, Adelantado de la Florida, donde fundó San Agustín y protagonizó, dicen, la primera acción de gracias del continente, según algún historiador estadounidense.

En la muestra pueden encontrarse reproducciones de uniformes de las unidades militares que aseguraron el dominio español en aquellas tierras, como los fusileros de Carlos III o los dragones de cuera, nombre este último que hace referencia al gran chaleco de cuero que llevaban, de siete capas de piel, que podía detener con éxito las flechas de los indios, a los que se enfrentaban frecuentemente en las tierras de frontera.