"En España se hace mucha publicidad a los cantantes y a los deportistas, pero no tanto a los científicos. España tiene grandes profesionales de la ciencia dentro y fuera del país, pero los esconden, no se les ve mucho públicamente. Y si queremos que los niños de hoy sean los científicos del mañana y luchen contra el cambio climático, eso no se va a conseguir sólo con cantantes". La física gijonesa Beatriz Roldán Cuenya señalaba ayer a sus dos hijos de 8 años, Daniel y Alexander, cuando pronunciaba estas palabras en la sede de LA NUEVA ESPAÑA tras recibir el premio "Asturiana del mes" de febrero por sus investigaciones sobre el hidrógeno verde. Roldán dirige desde hace seis años el Instituto Fritz Haber de Berlín, perteneciente a la Sociedad Max Planck de Alemania, una de las organizaciones científicas más prestigiosas del mundo. Allí, al frente de un equipo de 400 investigadores, la asturiana explora la aplicación de diferentes materiales en la catalización de energía y, muy particularmente, el hidrógeno obtenido a partir de fuentes limpias como la solar o la eólica, un vector por el que está apostando la industria de todo el planeta, también en Asturias.