Izan Davira tiene 13 años y recuerda perfectamente la primera vez que se subió a un tren. "Tenía dos años y me gustó desde entonces". La afición con los ferrocarriles de este pequeño residente en Lugones se fraguó a lo largo de los viajes que hacía con su familia por toda Asturias. "Al principio mi padre no tenía coche y cogíamos el tren para ir a la playa, a Oviedo, a Gijón. Izan quiere ser maquinista de tren y se sabe de memoria todos los modelos de ferrocarril, una afición que no todos sus amigos entienden. "A un amigo mio le gustan los ferrocarriles clásicos pero a mí me gustan los modernos". Viajero asiduo de Cercanías, sueña con montar en un AVE. Por el momento su abuela Gloria le ha prometido un viaje por la Variante de Pajares para desayunar en León.