"Cuando nací tenía un bulto en la barriga, me lo tuvieron que cortar y luego me cortaron una parte del intestino y me quedó un trozo muy pequeño", Carla Fernández explica con detalle los detalles de la intervención a la que se sometió hace diez años, cuando era un bebé de apenas dos días de vida. La cirugía coincidió en el tiempo con el traslado del viejo al nuevo hospital y Carla fue la última niña en viajar desde la UCI de Neonatología del Cristo al nuevo hospital. "Tuvo un vólvulo intestinal, la operaron y la trasladaron al día siguiente, fue complicado porque la metieron en la ambulancia con la incubadora y toda la medicación. El personal sanitario nos trató muy bien aunque al principio aquí estaban muy mal. Las enfermeras a veces lloraban porque les costó mucho la adaptación", explica Silvia Fernández, la madre de Carla. Tras seis meses de ingreso y varias intervenciones más, la pequeña empezó un periplo sanitario que le llevó también a ingresar en el hospital madrileño de La Paz. "A un niño que tuviera que ingresar aquí, le diría que no se preocupase que se está bien", asevera antes de añadir. "Lo que más echo de menos cuando vengo es estar en casa con mi familia".