Colarse entre los mejores estudiantes asturianos no es tarea fácil, pero la ovetense María Aumente Rodríguez y las gijonesas Carmen María Ayuela Ronzón y Cristina Pérez del Río Parrondo lo han conseguido. ¿Las claves? Mucho esfuerzo, dedicación y constancia, puntos imprescindibles en los que coinciden las tres estudiantes. No obstante, todo ello debe ir de la mano de un descanso correcto y suficiente y tiempo libre para desconectar y liberar la tensión.
«Estoy muy contenta, cuando publicaron las notas no me lo podía creer. Refresqué la página varias veces y también salí y volví a entrar: era cierto», rememora sonriendo Aumente Rodríguez que estudió en el Colegio Loyola de Oviedo desde los tres años. Una media de diez en el Bachillerato y cuatro dieces más en la fase general de la EBAU se suman a un diez y un nueve con cinco en las pruebas específicas y le otorgan a Aumente Rodríguez un 13,9 o un 14 (dependiendo del grado y universidad que seleccione). Por el momento prefiere quedarse en Oviedo para estudiar medicina y después especializarse en el HUCA, una pasión que descubrió al cursar la asignatura de biología durante el período de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.). «Lo decidí gracias a un profesor del cole, que con trabajos y en las clases supo transmitir su pasión por la biología, las células y lo molecular», cuenta la estudiante ovetense. Una vez superados los nervios y «muy feliz» por la puntuación alcanzada, hay tiempo para «hacer un viaje a Málaga con mis amigos, sacarme el carnet de conducir y sobre todo descansar y disfrutar para afrontar el primer año de universidad con fuerza y energía», expone Aumente Rodríguez.