La pareja que se perdió en la cueva de la Garmaciega, en Cantabria, le debe su rescate a un agente asturiano del GREIM de Cangas de Onís, Pablo Fernández, que ya ha participado en otros operativos en los Picos de Europa, con la evacuación de tres senderistas, una de ellas con una triple fractura de peroné en la canal del Texu, camino de Bulnes, en Cabrales. Fernández explicó que entraron cuatro rescatadores en la cueva sobre las nueve y cuarto de la mañana. "Llevábamos casi cinco horas dentro, nos habíamos dividido en dos en una bifurcación, cuando le dije a mi compañero: ‘Isaac, creo que he escuchado a una mujer, sigue tocando el silbato’".

Acababan de escuchar a Paloma Bombín, que iba junto a Alfonso Urritia, los dos espeleólogos de Valladolid y Salamanca que entraron en la cueva este sábado a mediodía y tenían que haber salido este domingo a las seis de la mañana. Pero ambos se perdieron en una zona que no estaba bien balizada. "No hemos sido capaces de enc