El HUCA vuelve a situarse a la vanguardia en investigación tras descubrir unas mutaciones genéticas en la región, de hace 400 años, que predisponen a tener cáncer de mama. Este hallazgo puede tener importantes consecuencias. "Se puede hacer un poco de diagnóstico precoz a la carta. El poder decir a una familia si la mutación que tiene es realmente la causa del cáncer de mama o de ovario es muy importante para hacer el consejo genético al resto de sus integrantes".
Estas son las palabras con la que la doctora Pilar Blay, investigadora de la Unidad de Cáncer Familiar del Servicio de Oncología Médica del HUCA, resume la aplicación más directa de este hallazgo pionero en la sanidad asturiana que ha liderado junto a la doctora Milagros Balbín, jefa del Laboratorio de Oncología Molecular del HUCA, responsable del grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación del Principado (ISPA) e investigadora del IUOPA.