A partir de abril, los asturianos se quedarán sin el vuelo directo a Londres-Stansted que opera Ryanair. Así lo ha decidido la compañía dentro de su estrategia nacional, que supone la reducción de un 18% de sus plazas en total en España, un 11% en Asturias, que se materializan en 150.000 asientos menos. "Lamentamos que el aumento de las tasas desmesuradas de Aena hayan obligado a reducir nuestras operaciones en el aeropuerto de Asturias, que actualmente está infrautilizado en más de un 40%", ha explicado a LA NUEVA ESPAÑA la directora en España (country manager) Elena Cabrera. En su opinión, "esto demuestra el fracaso de los incentivos regionales de Aena, que no solo no impulsan la conectividad, sino que sofocan el desarrollo en aeropuertos estratégicos como el asturiano".

Fue el consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, ayer a la mañana anunció sus planes, que suponen 800.000 asientos menos en vuelos regionales. Poco después Aena salió al paso y acusó a Ryanair de utilizar "argumentos espurios que no se corresponden con la realidad" y los mismo que emplea otros países para justificar sus recortes. El organismo dependiente del Ministerio de Transportes asegura que España tiene la tasa "más baja" de Europa por pasajero, congelada a partir de marzo en 10,35 euros y pone en duda los argumentos de Ryanair, que en el conjunto de España operará más plazas este año que el anterior, al crecer en aeropuertos grandes y muy turísticos.

Además de Asturias, harán recortes en Vigo, Santiago, Zaragoza y Santander, mientras que se cancelan vuelos en Jerez y Valladolid. Ryanair considera ineficaces los planes de incentivos de Aena, cuyo resultado -dice- va en detrimento del crecimiento de los aeropuertos regionales, en los que el tráfico se mantiene por debajo de los niveles prepandemia. En Asturias, la firma mantendrá los vuelos a Roma, Düseldorff y Bruselas.