El líder de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Adrián Barbón, ha dado pistas esta tarde de la que será su nueva ejecutiva para el ciclo electoral de 2027. “Quiero una dirección política muy potente”, ha señalado el secretario general de la FSA en una entrevista programada por la organización del congreso tras la cancelación de la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, prevista para este sábado en el 34 congreso autonómico, que tiene lugar en el Centro Niemeyer de Avilés. 

Barbón ha resaltado la necesidad de “activar la organización” y se mostró convencido del efecto “movilizador” de este cónclave autonómico ante “una ultraderecha que está hipermovilizada”. Aunque los nombres del que será el tercer equipo de Adrián Barbón en la dirección de la FSA se cerrarán en torno a esta medianoche, las principales novedades confirman el refuerzo del peso político, al que se refirió el secretario general. La portavoz parlamentaria en la Junta, Dolores Carcedo, el diputado responsable del área de Economía, el avilesino Luis Ramón Fernández Huerga; el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, y la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, estarán en una ejecutiva en la que habrá una amplia presencia de la agrupación con más afiliados, Gijón, que podría tener cuatro representantes. 

“Me toca hacer cambios en el equipo, reconfigura porque lo más importante es desarrollar un proyecto político no para la FSA sino para Asturias”, manifestó Barbón, que reconoció en dicha entrevista que no es muy aficionado a practicar deporte, más allá de hacer algo de cinta, aunque en su juventud practicó karate, “llegué a cinturón marrón” y natación, “porque me obligó mi familia”. Confesó que tiene ganas de pasar página al ajetreo del congreso interno y volver al libro que lee estos días, las memorias de Ángela Merkel. También aprovechó para mandar un par de recados al primer partido de la oposición. “No tienen debate ideológico”, reprochó a los populares, de los que también cuestionó sus apuestas en políticas de vivienda reveladas en la reunión del pasado fin de semana en Asturias. “No podemos volver a la burbuja inmobiliaria que explotó en 2008 y que alcanzó su máxima expresión con Aznar”, valoró Barbón, que se mostró muy crítico con la políticas de vivienda de Isabel Díaz Ayuso. “Cada vez más gente de Madrid es expulsada porque no sirve de nada ganar 1.500 cuando no tienen donde vivir o no tienes recursos para el ocio”.