La urgente necesidad del buen periodismo, y la reivindicación de su poder para desactivar las amenazas de un mundo expuesto como nunca a la mentira llenaron de contenido el acto de reconocimiento a la «Mujer Trabajadora» 2025, que el Rotary Club de Oviedo entregó anoche a Ángeles Rivero Velasco (Gijón, 1968), directora general de LA NUEVA ESPAÑA. La galardonada insertó en su discurso de agradecimiento un encendido alegato sobre la pertinencia del oficio que devino en promesa renovada de compromiso con “la verdad y el servicio a los lectores”, con “el mejor periodismo que hemos conocido”. La perseverancia en el esfuerzo le urge, vino a decir, a una sociedad en la que “ya hemos visto que la sobreinformación conduce a individuos desinformados y la propagación de bulos, a ciudadanos vulnerables a las manipulaciones más aviesas”. “No conozco otro antídoto contra la impostura que el buen periodismo”, proclamó. “Y es tarea de todos preservarlo”.
El tradicional toque de campana del Rotary abrió un acto que cerró una cena para un centenar de asistentes con descollante representación de la política, la empresa, la cultura o el periodismo regional. Tras la bienvenida del presidente de los rotarios de Oviedo, José Piloñeta, y la glosa que pronunció la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, Rivero quiso repartir el galardón entre compañeros de fatigas y maestros e inspiradores en una profesión que “adoro” y que no se entiende en soledad: “Nada hay más coral que un periódico”, remarcó. Extendió el testimonio de gratitud a los asturianos, a los lectores, y hablando de Asturias celebró el agradable síntoma de unión que ve asomar tras “la insólita unanimidad” que ha despertado en la región “la prometedora lucha de Oviedo por la capitalidad europea de la cultura 2031”. “Por encima de de rivalidades y desconexiones administrativas”, constató, “por fin se abre paso una actitud distinta, capaz de conseguir que los asturianos remen unidos en pos del interés general. Ojalá ese espíritu de cooperación permanezca y se amplíe a otros proyectos y desafíos”, deseó. “Ganaríamos todos”.
Escuchaban, entre otros, el acalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño, y un puñado amplio de representantes de sectores diversos de la sociedad asturiana en el que compartieron mesa, por ejemplo, la actual presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo, y el aspirante a sucederla en el inminente proceso electoral, el actual vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, José Manuel Ferreira.
En su glosa de la galardonada, Teresa Sanjurjo, puso también algún acento en el carácter integrador de una mujer que ha trabajado en Oviedo, Gijón y Avilés, que defiende con ardor la complementariedad entre los tres ejes del centro urbano asturiano y se siente, dijo Sanjurjo citando a Rivero, “habitante de la Ciudad Astur, de esa conurbación que conforman las tres ciudades del centro de Asturias”. “Ángeles es una pionera del periodismo español”, destacó, y acabó destacando que “en estos tiempos que vivimos, tan cambiantes, tan inciertos, tan volátiles, se hace aún más necesaria la labor de los periodistas, que, como Ángeles, tienen esa vocación de servicio, ese ejercicio y ese liderazgo en la profesión, ingrediente indispensable de una sociedad libre, bien informada y crítica”.