El 2 de enero entró en vigor el Real Decreto 666/2023 que, entre otras cosas, obliga a los veterinarios a comunicar qué antibiótico prescriben a los animales de compañía que atienden, mediante el servicio PresVet, siguiendo a una normativa europea aprobada en 2018 en respuesta a la preocupación del sector sanitario por la resistencia a los antibióticos que se desarrolla cuando hay una exposición continuada.
Aunque la ley provenga de ese reglamento europeo, el Estado español ha decidido aplicarla añadiendo aún más restricciones que perjudican a los animales, y también a los profesionales al añadirles carga burocrática.
Los veterinarios nos están contentos con esta nueva ley, pues consideran que no tienen libertad a la hora de tratar a sus pacientes. Conocida como Ley de Medicamentos Veterinarios, los profesionales indican que esta pone en peligro la vida de las mascotas en situaciones urgentes Ya pasó en Galicia: una perra llamada Selva murió por una sepsis al no administrarle a tiempo el tratamiento adecuado debido a las restricciones que impone la ley, que también obliga a realizar un cultivo previo para justificar el uso del medicamento.
Los veterinarios que no respeten la ley se enfrentan, además, a multas cuantiosas. Por todo ello, se ha generado mucha preocupación en el sector y piden que la ley sea derogada o modificada, al considerar que no se ha contado con su criterio profesional.
En Asturias el colectivo de veterinarios ya ha participado en varias movilizaciones, aseguran que la situación es insostenible y por eso piden el respaldo ciudadano para la manifestación que han organizado el día 23 en Oviedo. Con el objetivo de explicar sus reivindicaciones los profesionales de la salud animal han creado una pegadiza canción a través de la Inteligencia Artificial. "La salud animal no se regula con esposas", se escucha en una de las estrofas. "No es por nosotros, es por la salud pública", insisten para movilizar a la población.