El presidente asturiano, Adrián Barbón, se ha referido a la radicalización de la protesta de los profesores tras quedar ayer rotas las negociaciones entre el Principado y los sindicatos. Barbón ha insistido en la voluntad del Principado para acordar mejoras para el sistema educativo, pero no ocultó que la reclamación salarial es uno de los principales escollos. “Es una demanda de los trabajadores que respeto, pero como Gobierno debemos tener una visión general de toda la situación financiera asturiana y de la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar”, ha señalado.

No quiso despejar si el Principado está dispuesto a mejorar la oferta que ahora hay sobre la mesa: “Me remito al equipo negociador que forman Gimena Llamedo y Guillermo Peláez”, ha dicho sin querer abrir la puerta a esa posibilidad.

Ha insistido en que el Principado “está dispuesto a hablar”, pero destacó que ya se han producido importantes avances para colocar los salarios “en la media de España”, lo que supondrá “un aumento de unos 1.500 euros anuales” y mejorar aquellos de los profesores con menos de seis años de ejercicio que no acceden a las mejoras de la carrera profesional, que tendrán una subida “de unos 2.400 euros al año”. También, que los trabajadores con largas bajas laborales no se vean perjudicados.

Insistiendo en el “máximo respeto a las demandas”, destacó el paquete de medidas (al margen de las salariales) que ha planteado el Gobierno, con el objetivo de forjar “un pacto para la mejora de la educación pública”. Así enumeró las nuevas contrataciones, la creación de aulas de inmersión lingüística o la reducción de las ratios. “Estos son temas importantísimos que habían priorizado las propias organizaciones sindicales y que a mí me han trasladado los trabajadores de forma reiterada”. También destacó el compromiso de “reducir la burocracia al mínimo posible”.