Los niños de Avilés lo tienen claro: el ruido molesta. Y mucho. Por eso han ideado un método para evitar que suene demasiado el "arrastrar" sus sillas y mesas: le han puesto pelotas debajo.

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Los niños de Avilés lo tienen claro: el ruido molesta. Y mucho. Por eso han ideado un método para evitar que suene demasiado el "arrastrar" sus sillas y mesas: le han puesto pelotas debajo.