"Quedamos confinados, incomunicados, pero la gente tenía la necesidad de saber cómo estaban unos y otros", explica Alfonso López, párroco de la parroquia avilesina de San Nicolás de Bari. Algunas de sus retransmisiones alcanzaron los 50.000 seguidores y ahora, aunque el confinamiento ha terminado y la media de fieles online es menor, la iniciativa sigue ante la demanda de muchos avilesinos que se sienten más cerca de su ciudad.