Todo el que haya pasado en el último mes por la carretera de Avilés a Luanco conocerá la casa gozoniega de Papá Noel. Las deslumbrantes luces de la residencia en Vioño de Santa Claus -en la que seguro que pasa menos frío que en su Laponia natal- no dejan a nadie indiferente. "Es alucinante", aseguran los centenares de curiosos que, ante el festival de luz y color, no pueden evitar desviarse, sacar el móvil y grabar el espectáculo: "Esto es Vigoño".