El desmonte en una longitud de más de 50 metros de la cresta de cordón dunar de la playa del Espartal, al lado del paseo marítimo de Salinas, la explanación de una gran superficie en la parte trasera de las dunas y la destrucción de toda huella vegetal en esos espacios de alto valor ecológico han generado estupor entre los lugareños y cuantas personas frecuentan estos días la playa más famosa de Castrillón.
Tanto ha sorprendido la agresiva acción de las máquinas excavadoras en ese ámbito que goza de máxima protección ambiental que, al parecer, un vecino de Salinas indignado con lo que veían sus ojos puso una denuncia en la Guardia Civil; seguidamente, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita envío agentes al lugar para investigar lo ocurrido. Según un testigo de la intervención, ayer de tarde, los agentes solicitaron los permisos de la obra a los obreros que estaban en el tajo y ante la falta de los mismos dieron orden de parar hasta que comparezca algún responsable de los trabajos y aclare lo ocurrido, que en opinión de expertos en Naturaleza consultados por este diario podría ser constitutivo de delito ambiental.