De la retroexcavadora a la pala y la fesoria. Los trabajos para la conservación de las dunas de El Espartal (Salinas, Castrillón), en entredicho desde que la semana pasada se denunciara un posible daño medioambiental al espacio, catalogado como monumento natural, por una intervención de Costas que numerosos expertos en la materia criticaron por su conveniencia, dieron ayer un giro de 180 grados. La maquinaria pesada dejó paso a los trabajos manuales de los operarios, azada en mano, que durante la mañana instalaron unas barreras de captadores, empalizadas de madera seca con las que se pretende retener la arena, que desde ayer pueblan las dunas de la parte más occidental de la playa.