El acordeonista Carlos Menéndez dice que la procesión va por dentro, pero demuestra una gran entereza al hablar del varapalo vivido hace unos pocos días. Un fuego de origen desconocido arrasó por completo el camión del Grupo Dorados que fundó su padre en Cangas del Narcea, hace casi sesenta años, y al que ha dedicado su vida. Pese a la terrible pérdida en vísperas del verano, no se rinde: "No voy a parar y ahora lo que pienso es en salvar la temporada y en no dejar a nadie tirado. Dorados va a actuar de una forma u otra y vamos a seguir".

Cuenta Menéndez, que compagina la música con el trabajo en la mina, que el suceso tuvo lugar el pasado viernes en el pueblo de La Bubia, muy cerca de Corias. Allí es donde el grupo (actualmente integrado por tres personas) tiene su centro de operaciones y donde siempre aparcan el camión cuando no está en uso. Ese día acudieron a recoger los instrumentos pues iban a actuar en una discoteca de La Felguera y no necesitaban llevar el camión. A las seis y media salieron de Cangas y, en torno a las once y media de la noche, recibieron el aviso de que el vehículo estaba en llamas.