Los ladrones entraron por la noche en una nave de Carmona en busca de juguetes sexuales, pero en este caso, y como el placer no tiene precio, estos consoladores en concreto están bañados en oro y algunos cuestan hasta 16.000 euros. El curioso botín requería de un robo de película: cortaron la calle con vallas, desconectaron el alumbrado y rompieron un par de puertas a mazazos. Todo para llevarse esos siete juguetes sexuales y 25.000 euros de la caja fuerte. El botín total: 105.000 euros. No es la primera vez que sucede. Hace unos años, en Barcelona los ladrones se llevaron varios vibradores parecidos de un sex shop por valor de 20.000 euros.